Las carreteras de la ciudad siria están salpicadas de puestos de diferentes tamaños y colores, donde el capuchino es el rey absoluto.
PUBLICIDADLas carreteras de Idlib, En Siria, están salpicadas de puestos de diferentes tamaños y colores. Ofrecen al viajero gran variedad de tés, cafés y bocadillos, pero la opción más popular con diferencia es un rico capuchino cremoso.
"Al principio, la primera vez que hice un capuchino con leche, la gente se sorprendió, y luego empezaron a venir aquí especialmente, y ahora me lo piden directamente", explica Mohamed Al-Mahmoud, propietario de un puesto de cafés en Idlib.
Los variados condimentos han transformado la taza de capuchino instantáneo en algo especial que solo se encuentra en Idlib.
"Disfruto mucho haciendo el capuchino con leche, y me gusta agregarle cosas. Los ingredientes que le agregamos son coco, además de las galletas por dentro, pistachos, le ponemos anacardos, le agregamos chocolate y miel", cuenta Al-Mahmoud.
Y no hay dos capuchinos iguales, ya que cada puesto intenta ofrecer su propio toque distintivo.
"La competencia es por la apariencia de la taza, la consistencia de los ingredientes y su sabor, pero los aderezos son los mismos y pueden variar según la elección del comprador, y para nosotros lo más importante es lograr un buen sabor del capuchino con leche para que el cliente quede satisfecho", afirma Mohamed Al-Mahmoud.
Para algunos vecinos de Idlib, como Mohamed Al-Khateeb, el capuchino con leche fue un descubrimiento que hizo hace apenas dos años y del que ya no puede prescindir:
"El capuchino con leche es una bebida caliente deliciosa, una de las bebidas más deliciosas que he tomado en Idlib. Todos los días, cuando voy a la autopista, paro en el puesto para comprar un capuchino para llevar".
La guerra y la pobreza han impactado en la vida de los sirios. Pero algunos aún logran encontrar un momento para desconectar de las dificultades con un pequeño lujo: un humilde café, muy apreciado al borde de la carretera.