Ambas delegaciones se comprometieron a afrontar juntos lo que consideren "amenazas a su seguridad".
PUBLICIDADRusia y China siguen mostrando al mundo su buena relación en plena crisis diplomática con Occidente.
Vladímir Putin, presente en China con motivo del arranque de los Juegos Olímpicos de invierno y Xi Jinping confirmaron en Pekín su intención de hacer frente, de manera conjunta, a todo aquello que consideren "una amenaza a su seguridad".
Su mensaje llega poco después de las acusaciones llegadas desde Estados Unidos de una posible operación de falsa bandera en Ucrania que serviría a Rusia de pretexto para invadir este país. Antes de viajar a China, el ministro de Exteriores de Rusia Serguéi Lavrov se refería de manera sarcástica a estas informaciones:
"He leído algunas declaraciones del Departamento de Estado de Estados Unidos de que Rusia está preparando vídeos falsos que mostrarían un supuesto ataque de las tropas ucranianas en Donbás", reconocía Lavrov. "El carácter delirante de este tipo de fabricaciones, y cada día hay más, es evidente para cualquier politólogo más o menos experimentado".
Objetivo: desescalada
Mientras, continúa la escalada en el este de Europa con el despliegue de nuevas tropas de la OTAN, con Ucrania convencida de que esa jugada rusa para justificar la invasión llegará tarde o temprano.
Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, se mostraba tajante al respecto: "Sabíamos por parte de Estados Unidos que esa información, la publicación de vídeos falsos, se publicaría, por lo que no es algo que nos coja por sorpresa", confesaba Kuleba, que recordaba como su país "ha visto desde 2014 muchas acciones insidiosas por parte de Rusia. Sabemos que harán todo lo posible para intentar fabricar algo y acusar a Ucrania".
Del otro lado de la frontera continúan los ejercicios militares y la concentración de tropas a la espera de nuevos movimientos diplomáticos que puedan relajar la actua situación. Está previsto que tanto el presidente de Francia Emmanuel Macron como el canciller de Alemania Olaf Scholz viajen a Moscú a mitad de mes para encontrar la tan ansiada solución.