Reportaje de Anelise Borges en la región del Donbás, en el este de Ucrania. Los edificios conservan aún las cicatrices de la guerra. Aquí se situaba la línea de frente entre los rebeldes prorrusos y el Ejército ucraniano. A pesar del desempleo y la crisis, los más jóvenes conservan la esperanza.
PUBLICIDADCon edificios bombardeados de aspecto fantasmal, tras la guerra en el este de Ucrania hace ocho años, la vida en la ciudad de Avdivka, sigue siendo difícil.
"Cuando cayeron misiles, me encerré en un sótano cuatro días... explica este ucraniano del óblast de Donetsk. Me fui en cuanto tuve la oportunidad. Ahora he vuelto porque mi padre está muy mayor y le estoy cuidando.
"La mayoría de la gente se ha ido, hay muchas casas abandonadas", dice esta mujer.
Los que decidieron quedarse aseguran que el Gobierno les ha olvidado.
Ruinas y fantasmas de la guerra
¿Qué tipo de ayuda podemos esperar? No somos nadie, se resigna Roman Petrovski que vive con su familia en este edificio a las afueras de la ciudad de Avdivka, que fue una de las líneas de frente al principio del conflicto entre los separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano.
"Desde la puerta de entrada hasta aquí, todo estaba llen o de bolsas negras. Había unas 10 o 15 bolsas de plástico con los cuerpos de los muertos", cuenta Roman horrorizado por el trauma de la guerra.
Millones de una ayuda que no llega
Esta semana, Roman ha visto por televisión cómo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometía 1.200 millones de euros de ayuda financiera a Ucrania, tras escuchar promesas similares de otros líderes mundiales, Roman duda que su familia llegue a ver algo de esa ayuda.
"Durante todo este tiempo de guerra lo único que recibimos fue un pequeño botiquín de la Cruz Roja. ¿A dónde va todo ese dinero? Nadie lo sabe. Lo único que nos dieron fue 5 metros de plástico para tapar agujeros", concluye Roman Petrovski, decepcionado.
Desempleo, crisis financiera y esperanzas
La región del Donbás, que en su día fue una potencia industrial, es ahora una sombra de lo que fue. Apenas hay cifras oficiales, pero los residentes afirman que el desempleo está generalizado y que el temor a una guerra mayor ha agravado los problemas económicos de la región. La moneda en curso legal en Ucrania, la grivna, ha caído un 8% desde el pasado noviembre. A pesar de todo, algunos aún tienen esperanzas de un futuro mejor para esta ciudad.
Sueños para mantener a raya el miedo a la guerra
Mientras el grupo de rock juvenil Metamorfosis toca la canción "La guerra". Max, Valeria, Vadim e Ilya componen este grupo y sueñan con tocar en escenarios y grabar discos... además de poder quedarse en su ciudad.
Las empresas se marcharon y ahora casi no hay puestos de trabajo. El sector de la cultura y el espectáculo está muy dañado. Pero bueno, no es necesario irse. Creo que todo irá bien", dice Ilya Borodinov, uno de los jóvenes guitarristas del grupo Metamorfosis.
"Tarde o temprano, todo se arreglará. Y podremos trabajar y vivir aquí de nuestra música, aseguraba el jóven Ilya a nuestra corresponsal Anelise Borges, esperando días mejores en Avdivka, sin la tensión de las tropas rusas en el este de Ucrania.
Desde Avdivka, Anelise Borges, para euronews