MADRID, 16 feb - Un anuncio de empleo para contratar a 30 conductoras de tren en Arabia Saudí ha atraído a 28.000 solicitantes, lo que pone de manifiesto la magnitud de la demanda acumulada a medida que este reino conservador va abriendo más oportunidades a las mujeres.
El operador ferroviario español Renfe dijo el miércoles que una evaluación en línea de los antecedentes académicos y de los conocimientos de inglés le había ayudado a reducir el número de candidatas a cerca de la mitad, y que trataría el resto de solicitudes de aquí a mediados de marzo.
Las 30 mujeres seleccionadas conducirán trenes bala entre las ciudades de La Meca y Medina tras un año de formación remunerada.
Renfe, que ha manifestado su deseo de crear oportunidades para las mujeres en la división que tiene en el país, emplea actualmente a 80 hombres para conducir sus trenes en Arabia Saudí, y tiene a otros 50 en formación.
Las oportunidades de trabajo para las mujeres saudíes se limitaban hasta hace poco a funciones como las de profesoras y trabajadoras de la salud, ya que debían cumplir estrictas normas de segregación por sexos. Las mujeres ni siquiera podían conducir en el reino hasta 2018.
La participación femenina en la fuerza de trabajo casi se ha duplicado en los últimos cinco años, hasta el 33%, en medio de un impulso del precio de la corona para abrir el reino y diversificar la economía, y las mujeres ahora están ocupando puestos de trabajo que antes estaban restringidos a los hombres y a los trabajadores migrantes.
Sin embargo, la proporción de mujeres que trabajan en el reino seguía siendo la mitad de la de los hombres en el tercer trimestre del año pasado, con un 34,1%, y el desempleo femenino era bastante más de tres veces superior al de los hombres, con un 21,9%.
Arabia Saudí destaca los avances en materia de género en un momento en que Occidente está examinando su historial de derechos humanos, que incluye una represión de la disidencia que atrapó a decenas de activistas de los derechos de la mujer y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.