Por Tim Reid y Brad Brooks
PHOENIX/COMMERCE CITY, EEUU - Ricardo Aguirre, al lado de sus dos camiones de tacos, se lamenta de la subida del precio de los tomates, las cebollas, la carne y el cilantro, que han duplicado su precio en los últimos meses, lo que ha afectado a su negocio en Phoenix.
Aguirre, de 43 años, suele votar al Partido Demócrata, pero con la inflación, que en febrero alcanzó el nivel más alto de los últimos 40 años, tiene una dura advertencia para los demócratas en su intento de mantener el control del Congreso de Estados Unidos en las elecciones de noviembre.
"Si el Partido Republicano tiene algo mejor que ofrecernos, votaré a los republicanos", dijo Aguirre. Los republicanos, en su opinión, suelen ser mejores administradores económicos y podrían tener más éxito en la reducción de precios.
Aguirre regenta "Tamales y Tacos Puebla" en el barrio de Alhambra, en Phoenix, de mayoría latina, donde los precios récord de la gasolina y los alimentos dominaban las conversaciones frente a las casas, las tiendas y los restaurantes, durante una visita de Reuters.
De los 35 votantes hispanos con los que habló Reuters en dos contiendas electorales con final incierto en Arizona y Colorado, 20 -incluyendo a Aguirre- dijeron que la inflación está haciendo que consideren seriamente votar a los republicanos. La mayoría dijo que suele votar a los demócratas.
Muchos dijeron que no culpan necesariamente a los demócratas, pero que han perdido la fe en su capacidad para resolver la inflación y están cada vez más dispuestos a dejar que los republicanos lo intenten.
Incluso una pequeña pérdida de apoyo entre los hispanos -un componente clave de la coalición de votantes demócratas que llevó al presidente Joe Biden al poder- podría significar la pérdida de la Cámara de Representantes y posiblemente del Senado para los demócratas.
Según Mike Madrid, estratega republicano con sede en California, cuatro de los 15 principales objetivos de los republicanos en el Congreso son contiendas con una gran población de origen mexicana.
La inflación es ahora la principal preocupación entre los votantes hispanos, según una encuesta de Axios-Ipsos publicada en marzo. Un sondeo de la Universidad de Quinnipiac publicado el 13 de abril reveló que sólo el 26% de los votantes hispanos aprobaba el desempeño de Biden, el total más bajo en cualquier grupo demográfico.
Esto podría ser una señal más de lo que, según los encuestadores, es una erosión de largo plazo del apoyo a los demócratas entre los latinos.
Si bien Biden recibió el apoyo del 61% de los votantes latinos en las elecciones presidenciales de 2020, hubo un cambio del 8% hacia su oponente republicano, Donald Trump, según la empresa de encuestas demócratas Catalist en 2021.
Los votantes hispanos son un grupo amplio y diverso del electorado y no son uniformes en su forma de votar. En Florida, por ejemplo, muchos son cubano-estadounidenses que se inclinan más por los conservadores. En el Medio Oeste y el Oeste de Estados Unidos, la mayoría son de origen mexicano, han tendido tradicionalmente a votar a los demócratas y viven en estados indecisos, como Arizona.
ESTOY DISPUESTO A CAMBIAR MI VOTO
El senador estadounidense demócrata Mark Kelly se enfrenta a una dura reelección en Arizona, donde Biden ganó por poco más de 10.000 votos y Kelly por apenas 2,4 puntos porcentuales en 2020. Los republicanos ven el estado, que tiene un 32% de latinos, como una gran oportunidad en su intento de recuperar el control del Senado.
En el distrito de Maryvale, en Phoenix, el jubilado José L. Méndez, de 66 años, está de pie con su esposa María, de 63, junto a un carrito de la compra lleno de arroz, frijoles pintos, tacos y papel de cocina.
Méndez, que ha votado a los demócratas todos los años desde 1988, condujo 45 minutos para buscar ofertas. Cree que el gasto demócrata ha causado en parte el aumento de los precios y piensa que los republicanos podrían hacer un mejor trabajo.
"La inflación nos ha afectado mucho. Estoy dispuesto a cambiar mi voto", dijo.
De los 18 votantes hispanos de Phoenix que hablaron con Reuters, todos dijeron que la inflación era, con mucho, el problema más acuciante para ellos. Los precios récord de la gasolina, y la duplicación y triplicación del costo de los alimentos, estaban ejerciendo una enorme presión sobre los presupuestos familiares.
"¡Los comestibles se disparan y el precio de la gasolina aumenta!", decía un anuncio republicano contra Kelly en la televisión en español de Arizona en marzo.
No todos están cambiando su voto. Daniella Villa, de 36 años, al llegar a la tienda de comestibles "El Super", en Maryvale, dijo que la inflación era dura y que los precios de la gasolina eran "una locura", pero que seguirá apoyando a Kelly y a los demócratas este noviembre.
Kelly ha instado al Gobierno de Biden a tomar más medidas para reducir los precios de la gasolina y presentó un proyecto de ley del Senado para suspender temporalmente el impuesto federal sobre la gasolina.
Un portavoz de la Casa Blanca culpó de los altos precios en gran medida a la invasión rusa de Ucrania y dijo que las familias latinas se habían beneficiado de la Ley del Plan de Rescate Americano de 2021, de 1,9 billones de dólares, que amplió el crédito fiscal para niños, envió pagos directos en efectivo a la mayoría de los estadounidenses y rescató a las empresas.
"El presidente Biden sabe cómo el aumento de los precios puede afectar al presupuesto de una familia", dijo el portavoz. "Por eso está luchando cada día para bajar los precios de la gasolina y reducir los costos en las mesas y las cocinas que están exprimiendo a las familias latinas de todo el país".
La mayoría de los economistas dicen que la inflación está causada por una serie de factores, en gran parte fuera del control de Biden. Las dificultades de la cadena de suministro mundial han sido una de las principales causas de las subidas de precios, mientras que los precios del petróleo estaban subiendo incluso antes de la guerra en Ucrania. Muchos economistas afirman también que el gasto del Gobierno de Biden en la ayuda por el COVID ha impulsado los precios, pero señalan que el fracaso en el rescate de la economía habría conducido a una recesión.
Un portavoz del Comité Nacional Republicano dijo que el partido destacará lo que llaman "gasto imprudente" de los demócratas como factor de la creciente inflación.
Argumentarán que los estados controlados por los republicanos, como Florida y Texas, que mantuvieron las escuelas y los negocios abiertos durante la pandemia, son un modelo para los votantes hispanos que, según ellos, quieren trabajar y ganar salarios más altos.
UN PELIGRO PARA LOS DEMÓCRATAS
Jaime Regalado, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de California, en Los Ángeles, y experto en patrones de voto hispano, dijo que la inflación era un tema de pesadilla para los demócratas.
"Estamos llegando a un ciclo de mitad de mandato que rara vez favorece al partido en el poder, incluso en tiempos mejores. Si añadimos la inflación al panorama, sin saber si va a terminar pronto, se demuestra el peligro que tienen los demócratas en 2022 con los votantes latinos", dijo.
Los hispanos representan casi el 39% del electorado en el 8º distrito congresional de Colorado, al norte de Denver, un escaño de la Cámara de Representantes de reciente creación que está dividido a partes iguales entre demócratas y republicanos registrados.
En Platteville, ciudad del distrito, Daniela Castro Tobar, de 19 años, trabajaba en la fachada de "Rosalee's", el restaurante de su familia. Se considera liberal y votó por Biden en 2020, pero la presión que la inflación está causando a su familia la está haciendo reconsiderar su apoyo a los demócratas.
"Estoy muy abierta a cualquier partido ahora mismo. Todos estamos sufriendo ahora mismo, todos estamos lidiando con la inflación", dijo Castro.
Los estadounidenses de todos los orígenes dicen que la inflación es una preocupación, pero una encuesta de Bank of America de 2021 reveló que las personas de color, especialmente los hogares negros y latinos, gastan proporcionalmente más de sus ingresos en productos básicos propensos a las subidas de precios, como los alimentos y la gasolina, y que la inflación les afecta más.
Julián Verdugo seguía vestido con su polvorienta ropa de trabajo en el campo petrolífero cuando se puso detrás del mostrador de la pequeña tienda de dulces mexicanos que su familia posee en Commerce City, una zona de gran densidad latina cerca de Platteville.
Mientras este joven de 24 años ayudaba a una clienta a decidir qué golosinas debía comprar para una fiesta, le explicó por qué estaba considerando votar por los republicanos, rompiendo con la tradición familiar.
"Me criaron como demócrata, pero luego empecé a trabajar en la industria del petróleo y el gas, y me di cuenta de que los demócratas están realmente en contra", dijo. "Ahora, con la inflación del combustible, hemos tenido que subir los precios en esta tienda de dulces tres veces en los últimos tres meses porque nuestros productos se envían desde México".
Chuck Rocha, un estratega demócrata que participa en la campaña entre los latinos en el distrito 8, dijo que ve el distrito como un indicador de 2020 debido a su gran población hispana.
"Si los demócratas pierden Colorado 8 está casi garantizado que pierdan su mayoría en el Congreso", dijo Rocha. "Porque si no podemos ganar un escaño 50-50 en Colorado que es 40% latino, entonces se van a perder escaños en todo el país".