LONDRES, 29 jun - La Cámara baja del Parlamento ruso aprobó el miércoles una nueva ley que facilitará a las autoridades etiquetar a los críticos locales como "agentes extranjeros", una herramienta clave para reprimir la disidencia.
Rusia lleva utilizando la etiqueta de "agente extranjero" desde 2012 para identificar a las personas y organizaciones que considera que realizan actividades políticas con financiación extranjera. Con la nueva ley, las autoridades podrán aplicar la etiqueta a cualquiera que se considere bajo "influencia extranjera".
La definición de "actividad política" se ha ampliado para incluir una amplia gama de actividades identificadas como "contrarias a los intereses nacionales de la Federación Rusa".
La medida llega 18 semanas después de la guerra de Rusia en Ucrania, en un momento de mayor desconfianza y hostilidad hacia Occidente en el que el presidente Vladimir Putin ha advertido a los rusos que tengan cuidado con los traidores.
"Hoy sentimos la injerencia en los asuntos internos tanto de Estados Unidos como de Inglaterra y de otros Estados. El país debe defenderse de esto", dijo Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal, durante un debate sobre el proyecto de ley.
"Por lo tanto, insisto una vez más, quien canta en voz ajena y recibe dinero por ello, debe entenderlo: es un agente extranjero".
El texto de la ley indica, sin embargo, que las personas pueden figurar como agentes aunque no hayan recibido un pago. "Un agente extranjero es una persona que ha recibido apoyo y (o) está bajo influencia extranjera de otras formas", dice.
Este apoyo puede consistir en otras formas de ayuda organizativa, metodológica, científica, técnica o de otro tipo, además de fondos o bienes, prosigue la ley.
Las personas reconocidas como agentes extranjeros -término que tiene connotaciones de espionaje- ya están obligadas a poner un aviso especial en cualquier contenido que produzcan, incluso en las redes sociales. Están sujetos a estrictas auditorías financieras que les obligan a informar con frecuencia sobre sus ingresos y gastos.
Según el nuevo proyecto de ley -que debe ser revisado por la Cámara alta y firmado por Putin-, los designados como agentes no podrán recibir ningún tipo de ayuda financiera del Estado.