Manifestantes y asociaciones civiles denuncian que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca que el Ejército tome el control de la Guardia Nacional a través de una reforma que ya ha sido aprobada por la Cámara de Diputados.
PUBLICIDAD"'No' a la militarización de la Guardia Nacional". Ese fue el clamor de cientos de personas durante una protesta en Ciudad de México la noche del martes.
Manifestantes y asociaciones civiles denuncian que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca tomar el control de la Guardia Nacional, una organización civil, a través de una reforma legislativa que ya ha sido aprobada por la Cámara de Diputados.
Piden ahora que el Senado rechace su aprobación final esta semana. Sin embargo, es poco probable que eso suceda, ya que el presidente cuenta con un amplio apoyo para sacar el voto adelante. La presidenta de Amnistía Internacional de México, Marcela Villalobos, expresó su preocupación durante la protesta.
"Estamos preocupados porque la transferencia de la Guardia Nacional a la Sedena es una profundización de la militarización que se está dando en nuestro país. Cuando se creó la Guardia Nacional, en la Constitución dice que la Guardia Nacional es una fuerza civil. Esta estrategia debe centrarse en la Secretaría de Seguridad y Protección Civil, con un enfoque de seguridad civil, que ponga a las personas por delante", expresó Villalobos.
Más poder para los militares en medio de cuestionamientos y denuncias por parte de la sociedad civil
Si la reforma es aprobada por el Senado, el control operativo de la Guardia Nacional pasaría a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la misma que dirige el Ejército mexicano.
Hasta el momento, y desde su creación en 2019, la Guardia Nacional está bajo el mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, una institución de carácter civil.
Expertos y críticos de López Obrador denuncian que el mandatario ha otorgado cada vez más poder y responsabilidades a los militares. Como el manejo de a duanas, la construcción de importantes obras públicas -por ejemplo, el nuevo aeropuerto internacional de la capital-, y la seguridad nacional.
Esta reforma llega en un momento en el que han aparecido diferentes denuncias contra agentes del Ejército, por abuso de poder y violaciones de derechos humanos.
Amnistía Internacional dijo que "la experiencia demuestra que hoy en día México es más peligroso que hace 16 años cuando se decidió que militares salieran a las calles" y ello se comprueba en el "aumento de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, tortura física, psicológica e incluso sexual".
México registró 33 315 homicidios en 2021 después de los dos años más violentos de su historia, bajo el mandato de López Obrador, con 34 690 víctimas de asesinato en 2019 y 34 554 en 2020.