La muerte de una mujer retenida por su policía de moral desencadenó tres días de protestas en Irán, marcadas por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
PUBLICIDADEl mundo tiene los ojos puestos en Irán, donde la muerte de una mujer retenida por su policía de moral desencadenó tres días de protestas, marcadas por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Según grupos de defensa de los derechos humanos, hasta ahora han muerto cuatro manifestantes y hay decenas de heridos y detenidos.
Por otra parte, un funcionario iraní dijo que tres personas habían sido asesinadas por grupos armados no identificados en la región kurda del país donde comenzaron las protestas, la primera confirmación oficial de muertes relacionadas con los disturbios.
La oficina de derechos humanos de la ONU ha pedido una investigación.
"La trágica muerte de Mahsa Amini y las acusaciones de tortura y malos tratos deben ser investigadas con prontitud, imparcialidad y eficacia por una autoridad independiente y competente que garantice, en particular, que su familia tenga acceso a la justicia y a la verdad", declaró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Italia condenó la muerte de Amini, y Estados Unidos pidió a la República Islámica que ponga fin a su "persecución sistémica" de las mujeres.
Aun así, funcionarios iraníes han rechazado las críticas calificándolas de motivos políticos y acusaron a países extranjeros no identificados de fomentar los disturbios.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken dijo que Amini "debería estar viva hoy".
"En cambio, Estados Unidos y el pueblo iraní la lloran. Pedimos al gobierno iraní que ponga fin a su persecución sistémica de las mujeres y que permita la protesta pacífica", publicó en Twitter.