Las Pussy Riot incineran a Vladímir Putin. En su última exposición, el colectivo artístico feminista ruso quema un retrato gigante el presidente ruso hasta dejarlo reducido a cenizas
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En su última exposición, presentada en Los Ángeles, las Pussy Riot incineran un retrato gigante de Vladímir Putin. En una pantalla se observa cómo las llamas consumen la imagen del mandatario ruso hasta dejarla reducida a cenizas.
Este es el último capítulo del pulso que las integrantes de este colectivo artístico feminista ruso mantienen con el régimen represivo del presidente ruso. Un pulso que acabó con ellas en la cárcel y, después, en el exilio.
"Llevo protestando contra Putin desde 2007. Y creo que hay que pararle los pies porque en estos momentos es el dictador más peligroso del planeta", afirma Nadia Tolokonnikova, integrante del colectivo.
En la exposición, llamada "Las Cenizas de Putin", se puede ver precisamente eso: las cenizas embotelladas tras la quema del rostro del mandatario ruso.