Tanto el gobernante militar de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, como Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, ya han dejado claro que no están dispuestos a buscar una solución pacífica.
PUBLICIDADContinúan, por sexto día consecutivo, los enfrentamientos en Sudán, con ambos bandos poco dispuestos a negociar. La capital, Jartum, ha sido de nuevo escenario de explosiones y disparos.
Los enfrentamientos se centran en dos puntos claves, el Palacio Republicano y la comandancia del Ejército, definitivos a la hora de decantar el conflicto de uno u otro lado. Pero no solo en la capital: también ha habido violencia generalizada en otras zonas del país.
Tanto el gobernante militar de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, como Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, jefe de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido, ya han dejado claro que no están dispuestos, ahora mismo, a buscar una solución pacífica.
El Ejército se ha mostrado tajante en su último mensaje a FAR, al que ha dado dos opciones: "la rendición o la destrucción total". Hemedti, por su parte, también ha dejado clara su negativa a negociar con al Burhan, al que ha calificado en distintas ocasiones de "islamista radical".
El alto el fuego de 24 horas declarado el miércoles por la noche, sólo consiguió traer una calma temporal, aprovechada eso sí por cerca de 20 000 residentes para huir del lugar, refugiándose en Chad. Hasta el momento, más de 300 civiles han muerto y miles han resultado heridos, a punto de cumplirse una semana del inicio de los choques.
Peticiones de alto el fuego
La población lucha por cubrir sus necesidades básicas, sin electricidad, agua o combustibles, y con una importante escasez de comida. Los hospitales, por su parte, están siendo destruidos por los bombardeos.
En previsión de una necesaria evacuación del personal de su embajada en Sudán, Estados Unidos está desplegando fuerzas en África Oriental. El Departamento de Estado asegura que, por el momento, su personal en Jartum "está a salvo", aunque el desarrollo de las próximas horas se antoja fundamental.
Desde la ONU, su secretario general, António Guterres, pide una tregua inmediata de al menos tres días, coincidiendo con el final del mes sagrado del Ramadán, que debería servir, o al menos eso se espera, como primer paso hacia un alto el fuego permanente.
"El cese de las hostilidades debe venir seguido de un diálogo serio, que permita una transición exitosa, empezando con el nombramiento de un Gobierno civil", informó Guterres. Sus peticiones han sido secundadas por otras autoridades como la Liga Árabe, aunque la opciones de que estas sean atendidas son ciertamente escasas.