El líder del Ejército, Abdel Fattah al-Burhan, reconoce que ahora mismo sus fuerzas no controlan los aeropuertos de Jartum y Nyala.
PUBLICIDADCinco barcos, con más de 150 personas a bordo, de 11 países diferentes, atracaron este sábado en el puerto de Yeda, en el Mar Rojo.
El líder del Ejército de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, accedió a facilitar su evacuación de este país, sumido desde hace una semana en enfrentamientos entre dicho ejército y fuerzas paramilitares rebeldes.
Al Burham reconoce que ahora mismo sus fuerzas no controlan los aeropuertos de Jartum y Nyala. La evacuación de los extranjeros y diplomáticos debe realizarse a través del punto de recogida de Yibuti, por la ruta de Jartum, mediante aviones militares.
Mientras, en la capital, continúan los combates entre el Ejército de al Burhan y las llamadas Fuerzas de Apoyo Rápido de Mohamed Hamdan Dagalo, Hemedti, con al menos 400 muertos y mas de 3 500 heridos. Los altos el fuego no han sido respetados y ninguna de las dos partes se muestra hoy por hoy dispuesta a sentarse a negociar, lo que hace pensar en una prolongada guerra civil.
La población lucha por cubrir sus necesidades básicas, sin electricidad, agua o combustibles, y con una importante escasez de comida. Los hospitales, por su parte, están siendo destruidos por los bombardeos.
Desde la ONU, su secretario general, António Guterres, hacía esta semana una petición de tregua inmediata de al menos tres días, coincidiendo con el final del mes sagrado del Ramadán, si bien esta no fue atendida.
"El cese de las hostilidades debe venir seguido de un diálogo serio", decía Guterres, "que permita una transición exitosa, empezando con el nombramiento de un Gobierno civil". Sus peticiones fueron secundadas por otras autoridades como la Liga Árabe, aunque la opciones de que estas sean atendidas son ciertamente escasas.