Francia y Alemania tienen visiones diferentes de cómo defender los cielos europeos frente a la amenaza rusa. Berlín propone un escudo común y París apuesta por ampliar el sistema defensivo creado hace años en Italia
PUBLICIDADPor un lado, Berlín propone un escudo común la Iniciativa Escudo Cielo Europeo (ESSI), que ya ha convencido a otros 16 países europeos: prevé la compra de material militar alemán, así como israelí y estadounidense.
La prioridad de Alemania es aumentar rápidamente la capacidad disuasoria de Europa: "Los alemanes dijeron que tenían que actuar con rapidez, sobre todo porque la amenaza rusa iba en aumento, por lo que no debían dilatarlo demasiado y esperar a un acuerdo perfecto entre los europeos, lo que podría haber dado la impresión de que Alemania y Europa estaban inactivas", cuenta Shahin Vallée, experta del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.
Por parte francesa, se trata más bien de ampliar un sistema defensivo desarrollado desde hace años con Italia. 100% made in Europe, para evitar crear los "problemas del mañana", según el presidente Macron.
"Si dependemos en gran medida de equipos fabricados fuera de la Unión Europea, eso puede plantear problemas en términos de libertad de acción. Así que hay mucho en juego, y creo que tenemos que encontrar una especie de equilibrio entre el corto plazo, que es más o menos el enfoque alemán, y el largo plazo, que es más el enfoque francés", explica Jean-Pierre Maulny, Director Adjunto del Instituto Internacional de Relaciones Estratégicas.
¿Podrá la antigua pareja franco-alemana llegar a un compromiso en aras de la unidad europea y de la OTAN?
"No es necesario que todos los países de la OTAN desplieguen los mismos sistemas. Lo que sí es necesario es que estos sistemas sean interoperables y se integren dentro de una misma arquitectura", cuenta Lydia Wachs, investigadora sobre seguridad internacional en el Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad
Los sistemas de defensa antiaérea, que aunque diferentes podrían a priori ser interoperables, deberían estar instalados en un plazo de dos años. Esto debería dar mucho que pensar en la cumbre de la OTAN que se celebrará en Vilna el 11 de julio de 2023.