Los bombardeos rusos en el sur y el este de Ucrania se intensifican cada vez más. Este jueves han muerto varias personas en ataques aéreos en las regiones de Donetsk y Jersón.
PUBLICIDADMisiles rusos cayeron este jueves sobre varios edificios de apartamentos en la región de Donetsk, en el este de Ucrania. Según funcionarios, el ataque causó al menos dos muertes y enterró a familias bajo los escombros, mientras las fuerzas del Kremlin continuaban atacando el área ferozmente disputada con armas de largo alcance.
El Ejército ruso lanzó simultáneamente seis misiles S-300 hacia la región de Donetsk durante la noche, según el ministro de Interior de Ucrania, Ihor Klymenko. Otros dos fueron lanzados por separado en la misma zona, según la fuerza aérea ucraniana.
Los ataques alcanzaron tres ciudades de la región de Donetsk: Pokrovsk, Novofedorivka y Myrnohrad, según Klymenko. Las ciudades se encuentran a entre 25 y 40 kilómetros de la línea del frente.
Pocos cambios importantes
El campo de batalla ha experimentado pocos cambios importantes en los últimos meses. Una contraofensiva ucraniana que comenzó en junio afectó las defensas rusas en algunas áreas, pero no ha logrado cambiar la situación de la guerra que ya ha durado más de 22 meses.
Moscú se ha mantenido firme en la mayoría de las áreas que ocupa mientras utiliza armas de largo alcance para infligir daños a Ucrania, también en áreas civiles. Los equipos de emergencia sacaron el cuerpo de un hombre de 62 años de los escombros de un edificio de varios pisos que fue destruido enNovofedorivka en unos bombardeos que causaron la muerte de al menos seis personas.
Los servicios de emergencias de Ucrania informaron de otra muerte en la misma ciudad y de la posibilidad de que todavía haya al menos cuatro personas bajo los escombros, incluido un niño.
En Pokrovsk, los ataques destruyeron un edificio de varios pisos, nueve casas, una oficina de policía y automóviles. Los equipos de emergencia ayudaron a rescatar a un hombre que llevaba en sus brazos a un bebé de seis meses cubierto de sangre.
La cuarta vez que Rusia ataca a Pokrovsk
El jefe de la administración de la ciudad, Serhii Dobriak, dijo que es la cuarta vez que Pokrovsk ha sido atacada en el último mes. "Están atacando el centro de la ciudad, las casas", afirmó. "Simplemente están destruyendo a la población civil". Instó a la gente a evacuar porque “la intensidad de los ataques está aumentando”.
Las tres ciudades objetivo están cerca de Avdivka, una ciudad donde ha tenido lugar una feroz batalla en los últimos meses. Avdivka es la puerta de entrada a las partes de la región de Donetsk que aún están bajo control ucraniano.
Funcionarios ucranianos afirmaron recientemente que las fuerzas rusas han intensificado los ataques en el este de Ucrania en un intento de ganar terreno cerca de Avdivka y alrededor de Bajmut, otra ciudad clave en primera línea.
Bombardeos en el sur
En el sur de Ucrania, las fuerzas rusas bombardearon zonas residenciales en la región de Jersón, dañando infraestructura crítica y una escuela, dijo la oficina del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Al menos tres personas murieron en el ataque.
Según la oficina del presidente, los paramédicos de una ambulancia fueron atacados el miércoles por la tarde en la localidad de Kindiika, donde un médico resultó herido. En Darivka, otra aldea de la región de Jersón, cuatro personas resultaron heridas y 10 casas, un hospital y una guardería sufrieron daños durante la noche.
Zelenski visitó el jueves a las tropas en Kupiansk, una zona de combate en la región nororiental de Járkov. "Sé que cada día están perdiendo a sus personas más cercanas, a sus compañeros de guerra", dijo a los soldados, según un vídeo publicado en su canal de Telegram.
“Deben saber que todo el mundo es consciente de que este es el precio más alto. Por eso, les pido que se cuiden”, afirmó. Fue el segundo día consecutivo de gira del líder ucraniano por zonas de batalla en todo el país. El miércoles visitó ciudades del sur de Ucrania. Zelenski ha realizado frecuentes visitas de este tipo durante la guerra para tratar de mantener la moral.