Al menos diez personas, entre ellas dos agentes, murieron el martes tras la escalada de violencia en el país. La ola de terror se ha apoderado de ciudades como Guayaquil.
PUBLICIDADUn grupo de hombres armados asaltaron una televisión pública en Ecuador el martes después de que el presidente, Daniel Noboa, declarara el "estado de emergencia" tras el reciente estallido de violencia en el país.
Noboa emitió un decreto (el segundo en dos días) en el que describió como "grupos terroristas" a 20 bandas de traficantes de drogas que operan en el país, autorizando al Ejército de Ecuador a "neutralizar" estos grupos dentro de los límites del derecho internacional humanitario.
El presidente declaró que el país sudamericano había entrado en un "conflicto armado interno”. La Policía local de Guayaquil confirmó que diez personas, entre ellas dos agentes, habían muerto tras los disturbios el martes y al menos tres personas resultaron heridas.
Fuera de control
El martes tuvo lugar un asalto sin precedentes al canal TC Televisión de Ecuador cuando un grupo de hombres encapuchados con armas largas, cortas y explosivos irrumpió en plena retransmisión en directo, en una jornada precedida por una secuencia de actos violentos en el país y por la presunta fuga de la cárcel de dos líderes criminales, pese a estar en estado de excepción.
En la emisión en directo, que se mantuvo durante al menos 15 minutos, se veía al grupo de atacantes apuntar a los empleados y mantener a algunos en el piso, mientras se oían gritos y, tras una serie de disparos, gemidos de dolor en medio de la confusión.
El jefe de la Policía Nacional de Ecuador anunció poco tiempo después que las autoridades habían arrestado a todos los enmascarados intrusos. El comandante policial César Zapata dijo al canal Teleamazonas que los agentes confiscaron las armas y los explosivos que los pistoleros llevaban consigo. Al menos 13 personas fueron detenidas.
“Este es un acto que debe considerarse un acto terrorista”, dijo Zapata.
Estado de emergencia durante 60 días
El lunes, el presidente Noboa decretó el estado de emergencia nacional por un periodo de 60 días, lo que permitirá a las autoridades suspender derechos y movilizar a los militares en lugares como prisiones. El Gobierno también impuso un toque de queda desde las 23:00 horas hasta las 05:00 horas.
Noboa dijo en un mensaje en Instagram que no parará hasta “devolver la paz a todos los ecuatorianos". Ecuador está viviendo una ola de violencia (incluida una explosión cerca de la casa del presidente del Corte Nacional de Justicia y los secuestros de cuatro policías), desde que el líder de la banda Los Choneros, Adolfo Macías, o “Fito”, logró escapar de su celda en una prisión de baja seguridad el domingo.
Estaba previsto que fuera trasladado a una cárcel de máxima seguridad ese mismo día.
Otro criminal, Fabricio Colón Pico, alias "El Salvaje", también logró escapar de prisión esta semana junto a otros 38 presos. El líder de Los Lobos en Pichincha escapó de una cárcel en Riobamba, a 216 kilómetros al sur de Quito.
Dos guardias implicadas en la fuga de Macías
La policía registró las instalaciones del Centro de Rehabilitación Social de Guayas después de que Macías, cuyo paradero todavía se desconoce, escapara de su celda. Posteriormente, se ha abierto una investigación contra dos guardias en relacióncon su supuesta fuga, pero ni la Policía, el sistema penitenciario ni el Gobierno federal confirmaron si Macías huyó de la prisión o podría estar escondido dentro de ella.
En febrero de 2013, Macías escapó de una cárcel de máxima seguridad pero fue recapturado semanas después. Macías, condenado por narcotráfico, asesinato y crimen organizado, estaba cumpliendo una pena de 34 años en una prisión en Guayaquil.
Su banda, Los Choneros, es una de las pandillas ecuatorianas que las autoridades consideran responsables del aumento de la violencia en el país, que alcanzó el siguiente nivel el año pasado con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
La pandilla tiene vínculos con el cartel de Sinaloa de México, según las autoridades. Expertos y autoridades han reconocido que los pandilleros prácticamente gobiernan desde el interior de las cárceles, y se cree que Macías seguía controlando a su grupo desde el interior del centro de detención.