Un numeroso grupo de ciudadanos derramó líquido rojo, que simbolizaba la sangre, sobre una carretera y tocaron sus tambores, pidiendo un acuerdo para posibilitar la liberación de las personas que siguen en poder del grupo palestino.
PUBLICIDADFamiliares y simpatizantes de los rehenes que permanecen retenidos por militantes de Hamás en Gaza llevaron a cabo una protesta cerca de la residencia del primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, en Jerusalén. Así, derramaron líquido rojo, que simbolizaba la sangre, sobre una carretera y tocaron sus tambores, pidiendo un acuerdo para posibilitar la liberación de las personas que siguen en poder del grupo palestino.
El lunes, un numeroso grupo de familiares de rehenes irrumpió en una reunión de un comité del Parlamento israelí, exigiendo que se alcanzara un pacto que permitiese liberar a sus seres queridos. Una acción que se producía en un momento en el que los ministros de Asuntos Exteriores de múltiples naciones europeas se sumaban a los crecientes llamamientos internacionales para que Israel negocie la creación de un Estado palestino, al término de su guerra con Hamás.
Aumenta la presión social sobre Benjamín Netanyahu
Los acontecimientos son señal inequívoca de la creciente presión sobre el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien permanece atrincherado en ambos frentes. Netanyahu ha insistido ante la opinión pública israelí en que proseguir la contundente ofensiva en Gaza es la única forma de llevar a los rehenes de vuelta a casa. Al mismo tiempo, ha rechazado la visión de Estados Unidos para una resolución de posguerra, afirmando que nunca permitirá un Estado palestino.
Netanyahu ha prometido continuar la ofensiva hasta la "victoria completa" sobre Hamás y devolver a todos los rehenes que quedan en manos de los militantes del grupo palestino tras los ataques del pasado 7 de octubre en el sur de Israel, que desencadenaron la guerra en la Franja de Gaza. En aquellos ataques murieron unas 1.200 personas y fueron secuestrados unos 250 ciudadanos. Transcurridos más de tres meses de enfrentamientos bélicos, la sociedad israelí está cada vez más dividida sobre el hecho de si es posible solventar con éxito las promesas de Netanyahu.
Unos 100 rehenes fueron liberados en noviembre en virtud de un acuerdo de 'alto el fuego', de una semana de duración, a cambio de la liberación de ciudadanos palestinos retenidos en cárceles israelíes. Actualmente, alrededor de 130 personas siguen cautivas en manos de militantes de Hamás en Gaza. Desde entonces, se ha confirmado la muerte de varios de los rehenes. Hamás ha señalado que únicamente pondrá en libertad a más cautivos, a cambio del fin de la guerra y la liberación de miles de presos palestinos. Netanyahu ha descartado tal acuerdo.