Trágico saldo en la Franja tras un nuevo ataque de las fuerzas israelíes. Más de 70 personas han muerto y cientos han resultado heridas tras el bombardeo del campo de refugiados de Al Mawasi.
PUBLICIDADEn un trágico desarrollo de la situación en la Franja de Gaza, un nuevo ataque por parte de las fuerzas israelíes ha dejado un saldo devastador. Según informes del Ministerio de Salud de Gaza, al menos 71 personas perdieron la vida y otras 289 resultaron heridas en un bombardeo que tuvo lugar el sábado en el sur del enclave palestino.
El ataque se centró en el área de Khan Younis, específicamente en el campo de refugiados de al-Mawasi. Esta zona, que se extiende desde el norte de Rafah hasta Khan Younis, había sido designada por Israel como área humanitaria para albergar a los desplazados del norte de la Franja desde el inicio del conflicto. Actualmente, cientos de miles de palestinos desplazados viven en esta franja costera, la mayoría en tiendas de campaña improvisadas, buscando seguridad.
El impacto del ataque fue significativo, con muchos de los heridos y fallecidos siendo trasladados al cercano hospital Nasser. Periodistas de AP presentes en el lugar contabilizaron más de 40 cuerpos, mientras que testigos describieron un ataque que incluyó múltiples impactos y sigue a varios días de bombardeos de Israel en Gaza.
Ataques de las FDI contra el jefe del ala militar de Hamás
Según fuentes israelíes, el objetivo del ataque era Mohammed Deif, jefe del ala militar de Hamás, junto con Rafa Salama, otro alto funcionario de la organización. Sin embargo, un funcionario israelí que habló bajo condición de anonimato no proporcionó detalles sobre la suerte de estos objetivos.
Por su parte, Hamás ha calificado el ataque contra Deif como una "tontería". Abu Zuhri, alto funcionario de Hamás, declaró a la agencia Reuters que todas las víctimas eran civiles y denunció lo ocurrido como "una grave escalada de la guerra de genocidio, apoyada por el respaldo estadounidense y el silencio mundial". Además, Zuhri afirmó que este ataque demuestra que Israel no está interesado en alcanzar un acuerdo de alto el fuego.