El equipo de Gobierno del nuevo primer ministro debe ser aprobado por el presidente Emmanuel Macron antes de ser oficial.
PUBLICIDADFrancia está a punto de anunciar un nuevo Gobierno, dos meses y medio después de que el resultado fragmentado en las elecciones legislativas anticipadas llevara al Parlamento a un punto muerto político.
El nuevo primer ministro Michel Barnier acudió al Palacio del Elíseo el jueves por la noche para presentar su gabinete al presidente Emmanuel Macron, tras semanas de negociaciones para conformarlo. La oficina del primer ministro confirmó que se ha alcanzado un acuerdo de Gobierno.
Barnier fue una elección polémica para ocupar el cargo de primer ministro, con Macron recibiendo críticas de todo el espectro político al nombrar al exnegociador del Brexit para el segundo cargo más importante del país.
Con un Parlamento bastante dividido entre diputados de izquierda, centristas y de extrema derecha, no estaba claro de dónde obtendría Barnier, un conservador, su apoyo y quién estaría dispuesto a hacer concesiones para respaldarlo, especialmente considerando las difíciles decisiones políticas que inevitablemente tendrá que tomar el nuevo Gobierno.
¿Quiénes son los nuevos ministros de Francia?
Medios franceses informan que el senador Bruno Retailleau ha sido nombrado ministro del Interior, mientras que Jean-Noel Barrot será ascendido de secretario de Estado para Asuntos Europeos a ministro de Exteriores. El ministro de Defensa Sébastien Lecornu parece que mantendrá su puesto, con Antoine Armand trasladándose al ministerio de Finanzas.
Pero independientemente de quiénes finalmente formen parte del Gabinete, la situación del Gobierno será complicada y tendrán que comenzar a trabajar desde el primer día: Barnier ya insinuó que estaría abierto a subir los impuestos para abordar las debilitadas finanzas de Francia, las cuales, según declaró a principios de semana, están en una situación "muy grave".
Dicho aumento de impuestos probablemente sería impopular entre los macronistas centristas y aquellos más a la derecha, quienes podrían unir fuerzas para impulsar una moción de censura contra Barnier si no actúa con cautela.