En la 45ª edición de los Premios Princesa de Asturias 2025, celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo, el Rey Felipe VI subrayó el papel creciente de la princesa Leonor, que a su vez dedicó su intervención a defender la libertad, la justicia y la democracia.
La ciudad asturiana de Oviedo acogió el viernes la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2025, una ceremonia que volvió a reunir a la élite cultural, científica y deportiva mundial, y donde el rey Felipe VI confirmó que comienza a transferir responsabilidades hacia su hija, Leonor de Borbón. "Me corresponde, creo yo, ir cediéndole ya este espacio como heredera de la corona y como presidenta de honor de la fundación desde hace 11 años", declaró el monarca.
La princesa, por su parte, ofreció un discurso en el que destacó que "la convivencia no es fácil, pero es el único camino para lograr el progreso compartido". Añadió que es necesario "confiar en los valores que nos definen", es decir, "la libertad frente al miedo, la justicia frente a la arbitrariedad, la democracia frente a la intolerancia, los derechos humanos frente a la indiferencia".
Entre los galardonados se encontraba el expresidente italiano, Mario Draghi, que recibió el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional por ser "una figura clave en la defensa de la integración europea y la cooperación internacional". Por otro lado, la famosa tenista Serena Williams fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025.
Los otros premiados fueron: Byung-Chul Han, filósofo surcoreano afincado en Alemania (Comunicación y Humanidades), por su "brillantez para interpretar los retos de la sociedad tecnológica"; Eduardo Mendoza, escritor barcelonés (Letras), por su "aportación decisiva a la literatura en lengua española durante las últimas décadas"; Douglas Massey, sociólogo y demógrafo estadounidense (Ciencias Sociales), por sus contribuciones fundamentales al "estudio de la migración internacional, la segregación residencial y la estratificación social"; Graciela Iturbide, fotógrafa mexicana (Artes), por ser dueña de "una mirada innovadora y dotada de extraordinaria profundidad artística"; el Museo Nacional de Antropología de México (Concordia), por su "labor en defensa de los derechos humanos, la diversidad cultural y la promoción del diálogo entre pueblos"; y, finalmente, Mary-Claire King, genetista estadounidense (Investigación Científica y Técnica), por sus contribuciones pioneras en genética.
La ceremonia, que se celebra tras 44 ediciones bajo el nombre de Príncipe de Asturias, marca también un momento simbólico: la implicación cada vez mayor de la princesa Leonor como protagonista institucional de la Casa Real española.