Empresas turísticas y compañías aéreas se movilizan para tratar de parar el impacto de los atentados de París del viernes pasado. En todos los casos
Empresas turísticas y compañías aéreas se movilizan para tratar de parar el impacto de los atentados de París del viernes pasado. En todos los casos, ya empiezan a notar un descenso de clientes. Pero los responsables de estas compañías quieren pensar que será pasajero. Así lo creen los dirigentes de la aerolínea de bajo coste británica EasyJet. Durante el fin de semana, registraron un aumento del número de personas que no se presentaban al embarque para partir o regresar de Francia.
Antes de volver a la normalidad, en vuelos también desde Estados Unidos, los dirigentes del sector aéreo prevén un incremento sin precedentes de las medidas de seguridad con vuelos a la capital francesa.
“Ha habido un incremento de llamadas sobre la situación en París porque es un destino turístico popular”, explicó la directora general de EasyJet, Carolyn McCall. “Creemos que lo que ha ocurrido tendrá un gran impacto en nuestra industria y las aseguradoras de viajes, dado el atractivo de la ciudad”.
La mayoría de salas de espectáculo, museos y parques han reabierto en París. Con la excepción notable de Eurodisney, que no lo hará hasta este miércoles. Los salones previstos para la semana también se mantienen. Aunque sus organizadores reconocen que algunos expositores extranjeros han renunciado a venir.