Nueve años de estancamiento económico hacen que los sudafricanos estén expectantes de un cambio
Nueve años de estancamiento económico con un país que entró en recesión el año pasado, la primera vez desde 2009, hacen que los sudafricanos estén expectantes de un cambio. Gran parte de la población del país se muestra optimista ante el nombramiento de Ramaphosa tras el cese de Zuma por las presiones de su partido.
"En cuanto Zuma llegó al poder paralizó los mercados, la economía se vino abajo, y creo que ahora es el momento de Sudáfrica de volver a lo que fue antes"
Entre los temas que el nuevo presidente debe afrontar, destacan el alto nivel de desempleo, que roza el 27%, y la pobreza generalizada que persiste desde 1994
Otro estudiante de Soweto, una zona pobre de Johannesburgo muy activa políticamente, explica la diversidad de opiniones ente los jóvenes: "Como juventud sudafricana, hemos estado luchando mucho, algunos estaban contentos con Zuma. pero quienes son pobres no estaban contentos con él, con las cosas que hizo"
Los mercados financieros se han recuperado desde que Ramaphosa reemplazó a Zuma como líder del CNA en diciembre, entonces los inversores se entusiasmaron con sus promesas de enderezar las empresas nacionales y atraer inversión extranjera.
El analista político Gideon Chitanga mantiene cierta preocupación ante las inquietudes de los mercados por la situación politica del país: "Estoy convencido de que los inversores y los mercados están preocupados en este momento por el corto y medio plazo de la política en Sudáfrica. Así que es importante para Ramaphosa asumir el poder e inmediatamente después asegurarse de tener una agenda política definitiva y definida".
La alegría del nombramiento del nuevo presidente quedó también de manifiesto con los cánticos en el parlamento.