La solución propuesta por el Paradise belga ha sido que los aficionados puedan bailar en barcos con capacidad limitada
Es el primer festival de música que se celebra tras la pandemia. Mientras los principales eventos se han cancelado, el Paradise City ha encontrado la solución: Que los asistenteS a la localidad belga de Steenokkerzeel disfrutEn de la música en barcos. Varios de ellos se han construido al lado del castillo de Ribaucourt, uno de los más bellos del país.
"Nos dijimos que los barcos serían ideales porque la gente se queda en su 'burbuja'. asi que no hay contacto con otras personas. Pensamos que los barcos son la solución ideal. Fue complicado de montar, un gran desafío. Y estamos muy contentos con el resultado al final", explica Antoine De Brabander, respnsable de márketing.
El festival se ha clausurado este jueves después que un total de cuatrocientas personas pudieran acudir al evento. Habitualmente dura tres días cada uno de ellos acuden unos diez mil aficionados. Los que no han podido estar allí, tendrán un año para preparse para la siguiente edición ya prevista.