La exposición del pintor flamenco fue la más vista de la historia del Rijksmuseum con 650 000 visitantes
PUBLICIDADJohannes Vermeer bate un récord de afluencia.
La exposición del pintor neerlandés, que se clausuró este domigo, fue la más visitada de la historia del Rijksmuseum de Ámsterdam.
Han acudido a verla 650 000 personas de 113 países en las16 semanas en las que la pinacoteca tuvo que ampliar horarios dado el interés.
El 55 % de los visitantes de la exposición procedían de Países Bajos, el resto llegaron principalmente de Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica, Polonia, Italia, España, Suiza y Canadá, entre otros.
La muestra también formó parte de la agenda oficial del viaje de Emmanuel Macron a Países Bajos a mediados del pasado mes de abril, que fue la primera visita de Estado al país de un presidente francés en 23 años.
El Rijksmuseum también asegura haber vendido más de 100 000 copias del catálogo sobre la exposición de Vermeer, “más que cualquier otro catálogo de exposición en la historia” del museo.
Una revancha para Vermeer ya que su fama padeció un largo eclipse; tras gozar de gran prestigio en vida, en el siglo XVII, fue olvidado y 'redescubierto' hacia mediados del siglo XIX.
Ahora, a pesar de sus cuatro siglos, 'La joven de la perla' sigue seduciendo.
Un retrato que pertenece al museo Mauritshuis de La Haya pero que fue temporalmente prestado para esta muestra en la capital neerlandesa, donde se expusieron, por primera vez juntos, 28 de los 37 cuadros más conocidos del artista flamenco, gracias a los préstamos de otros museos.
Para Taco Dibbits, director del Rijksmuseum, estos préstamos, que agradeció, explican el éxito histórico de esta muestra.
Desde el 7 de junio y hasta el 10 de octubre, seis obras de Vermeer permanecerán expuestas en la Galería de Honor del Rijksmuseum, cuatro de ellas pertenecen a la colección del museo y las otras dos son “Joven con sombrero rojo”, de la Galería Nacional de Arte de Washington, y “Mujer joven sentada ante el virginal”, de la Galería Leiden de Nueva York.
La exposición del maestro del barroco flamenco también permitió una nueva investigación técnica, histórica y artística, tanto fuera como dentro del museo neerlandés. Proporcionó una mejor comprensión de la pintura subyacente al cuadro 'La Lechera' (1657-58), y puso de relieve la influencia de la orden de los jesuitas de Delft en la vida y obra de Vermeer, sobre todo en el uso de la cámara oscura.