Las luces se encendieron a lo grande para la 10ª edición del Festival Internacional de Cine para niños y jóvenes de Sharjah. La película inaugural de este año fue una animación llamada Zoo, del director Tariq Al Rimawi: la historia de un niño, con el conflicto de Palestina como telón de fondo.
PUBLICIDADLas luces se encendieron a lo grande para la 10ª edición del Festival Internacional de Cine para niños y jóvenes de Sharjah. El festival presentó lo mejor del cine para, por y sobre niños y jóvenes.
El festival contó con tres estrenos mundiales y el estreno regional de 43 películas.
Con representación de 37 países, la directora del Festival, Sheikha Jawaher Bint Abdullah Al Qasimi, explicó a Euronews por qué el festival es único.
"No lo vemos como una especie de propaganda de alfombra roja, ya sabes; luces, acción y superestrellas desfilando. Se trata sobre todo de inspiración, de educación, de cómo enseñar a esos niños de la industria cinematográfica a convertirse en guionistas, directores o actores", explica.
Una historia con el conflicto de Palestina como telón de fondo
La película inaugural de este año fue una animación llamada Zoo, del director Tariq Al Rimawi, y el tema no podía ser más pertinente: es la historia de un niño, con el conflicto de Palestina como telón de fondo.
"Desde mi punto de vista, la animación y el cine en general no son sólo entretenimiento; también sirve para transmitir mensajes de amor, paz y esperanza, sobre todo para los niños que viven en una zona devastada por la guerra, especialmente en Gaza y Palestina.", afirma Al-Rimawi.
Los organizadores del festival afirman que tienen la responsabilidad de crear conversaciones, que inciten a la reflexión a partir de las películas.
"Solemos subestimar a los niños, como si tuviéramos que hacerles solo películas divertidas. Pero en realidad les gusta pensar en profundidad cuando ven estas películas", agrega.
"Los niños y los jóvenes de esta generación son mucho más listos; tienen una mentalidad muy abierta y hacen muchas preguntas, por lo que las películas que ven deben responder a esas preguntas", comenta Sheikha Al Qasimi.
"Por eso nos aseguramos de tener siempre películas que hablen de cuestiones sociales, económicas, del cambio climático, de los refugiados, de cualquier cosa que ocurra en el mundo", añade.
Un festival que expone la cultura
El festival expone las culturas del mundo y ofrece al público una comprensión de cómo conviven estas culturas, religiones y orígenes. Se hace especial hincapié en animar a los cineastas emiratíes a contribuir y a hacer películas para los jóvenes.
También se rinde homenaje a los jóvenes talentos de la región. Jan Ramez es un niño actor egipcio y recibió el Premio a los Oradores Distinguidos.
"Estoy muy feliz en este festival, y es la primera vez en mi vida que participo en un festival, y la primera vez que recibo un premio durante el Festival de Sharjah; estoy muy contento", expresó Jan.
Se invita a los asistentes a aprender una serie de técnicas profesionales en una serie de talleres dirigidos por expertos que se celebran en la periferia. De una semana de duración, aprenden desde el arte de contar historias, hasta clases de maquillaje para efectos especiales.
"Algunos niños tienen talento y están dotados, pero no saben cómo sacarlo a la superficie. Así que viéndonos hacer lo que hacemos, descubren que tienen o tenemos una pasión por el maquillaje o por los efectos especiales, y dotes interpretativas", comenta Rafeea Mohammed, maquilladora de efectos especiales y formadora.