Pierre Verbeeren, director general de acción social del Centro Público de Acción Social de Bruselas explica los pasos dados hasta dar con el tipo de servicio de un centro integrado que atiende a todas las necesidades de los más vulnerables.
Ofrecer acceso igualitario a la atención sanitaria para todos los ciudadanos de Bruselas. Ese fue el punto de partida, en 2016, de una iniciativa para crear los centros integrados sociosanitarios en las afueras de la capital belga.
Pierre Verbeeren fue uno de los principales promotores del proyecto, centrado en brindar atención de calidad y apoyo a las personas vulnerables, como los ancianos que viven solos o los inmigrantes.
Dar con la clave del problema
"En Bruselas tenemos una clase media alta que no tiene muchos problemas con una serie de servicios públicos. Pero también existe una clase más popular que no tiene ningún acceso a esos servicios. Hay una multitud de ellos, mucha oferta: servicios sociales, sanitarios, de salud mental, de planificación familiar, servicios sociales de todo tipo. Pero la población se pierde con ellos. Cuanto más precarizada sea su situación más difícil es para ellos encontrar su camino en esta realidad, ya sean personas que llevan mucho tiempo viviendo aquí pero que no hablan uno de los idiomas oficiales, o personas que llevan poco tiempo aquí y no entienden el sistema".
"Una serie de organizaciones, como Médicos del Mundo, pero también centros médicos y de servicios sociales se han dado cuenta de que había un problema. Así que nos juntamos. Hemos trabajado mucho en la cuestión del acceso a los cuidados, en la cuestión de no recurrir a estos servicios. Y durante dos años intentamos definir un diagnóstico preciso para comprender lo que se necesitaba. Al término de este trabajo, con la ayuda de la Unión Europea, definimos un concepto de centro sociosanitario integrado, un lugar en el que cada persona en un barrio puede encontrar una respuesta del conjunto de los servicios empujando la puerta correspondiente a su problema".