Ante el temor de un corte total del gas ruso, algunos alemanes se están abasteciendo de carbón
Ante el temor de un corte total del gas ruso durante el invierno, en represalia por las sanciones de la Unión Europea por la invasión de Ucrania, algunos alemanes se están abasteciendo de carbón.
En la capital, Berlín, el combustible fósil se ha convertido en un bien escaso.
En Berlín, entre 5 000 y 6 000 hogares todavía se calientan con carbón, una pequeña fracción de los aproximadamente 1,9 millones de hogares, según la ciudad. Suelen ser personas mayores, a veces totalmente dependientes de este combustible y que viven en casas antiguas que nunca han sido renovadas, o amantes del fuerte calor que emana de las viejas estufas.
Pero este año, ha llegado una "avalancha" de nuevos clientes, subraya Frithjof Engelke, cuya pequeña empresa se ha diversificado también hacia los gránulos de madera y el fuel.
Jean Blum es uno de estos nuevos clientes: "Estoy comprando carbón por primera vez en muchos años", dijo. Desde que su casa está dotada de gas, a veces enciende su estufa pero solo con leña.
Y aunque el precio del carbón ha subido, sigue siendo muy inferior al del gas o la leña. "Aunque sea malo para la salud, es mejor que pasar frío", dice.
La producción de carbón se ha disparado en toda Alemania desde principios de año, pero como la demanda es fuerte, los proveedores temen no poder satisfacerla en su totalidad durante el invierno.
