El futuro de la ayuda estadounidense a Ucrania sigue siendo incierto mientras el presidente Donald Trump inicia su segundo mandato.
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El presidente Volodímir Zelenski ha declarado que Estados Unidos no ha interrumpido la ayuda militar a Ucrania, después de que el nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio, anunciara que suspendería las subvenciones de ayuda exterior durante 90 días. Zelenski no aclaró si ha habido una pausa respecto a la ayuda humanitaria, pero Ucrania depende de Estados Unidos para alrededor del 40% de sus necesidades militares.
"Estoy centrado en la ayuda militar; no se ha detenido, gracias a Dios", declaró en una rueda de prensa en Kiev. El futuro de la ayuda estadounidense a Ucrania sigue siendo incierto en el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump.
Trump insiste: "No habría permitido el inicio de la invasión rusa de Ucrania"
El líder estadounidense ha dicho en repetidas ocasiones que no habría permitido el inicio de la invasión rusa de Ucrania si él hubiera estado en el cargo, aunque fue presidente mientras crecían los combates en el este del país entre las fuerzas de Kiev y los separatistas alineados con Moscú, antes de que Putin enviara decenas de miles de tropas en 2022.
El jueves, Trump declaró a Fox News que Zelenski debería haber llegado a un acuerdo con Putin para evitar el conflicto. Un día antes, Trump amenazó con imponer fuertes aranceles y sanciones a Rusia si no se llegaba a un acuerdo para poner fin a los combates en Ucrania.
Zelenski dijo que había disfrutado de "buenas reuniones y conversaciones con el presidente Trump" y que creía que el líder estadounidense tendría éxito en su deseo de poner fin a la guerra. "Esto solo se puede hacer con Ucrania y, de lo contrario, simplemente no funcionará porque Rusia no quiere poner fin a la guerra y Ucrania sí", dijo Zelenski.
La ofensiva en el este de Ucrania
Con Trump haciendo hincapié en la necesidad de negociar rápidamente un acuerdo de paz, tanto Moscú como Kiev están buscando éxitos en el campo de batalla para fortalecer sus posiciones negociadoras antes de cualquier conversación prospectiva. Desde hace un año, las fuerzas rusas llevan a cabo una intensa campaña para romper las defensas ucranianas en la región de Donetsk y debilitar el control de Kiev sobre el este del país. La sostenida y costosa ofensiva ha obligado a Kiev a renunciar a una serie de ciudades, pueblos y aldeas.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó el viernes que las tropas rusas se habían abierto paso hasta el centro de la ciudad oriental de Velyka Novosilka, de importancia estratégica, aunque no fue posible confirmar la afirmación de forma independiente.
Por otra parte, tres civiles murieron el sábado en bombardeos en la zona de la región ucraniana de Jersón ocupada por Rusia, según declaró el gobernador Vladímir Saldo, nombrado por Moscú. Saldo instó a los residentes de Oleshki, situada cerca de la línea del frente en el sur de Ucrania, a permanecer en sus casas o en refugios antiaéreos.
Rusia también atacó Ucrania con dos misiles y 61 aviones no tripulados Shahed durante la noche del sábado. Las defensas aéreas ucranianas derribaron ambos misiles y 46 drones, según un comunicado de la fuerza aérea. Otros 15 drones no alcanzaron sus objetivos debido a las contramedidas ucranianas.