El monarca británico, que anunció que padecía cáncer el año pasado y sigue en tratamiento, reflexionó sobre su experiencia en un acto benéfico.
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El rey Carlos III de Inglaterra describió el cáncer como una experiencia "desalentadora y a veces aterradora" para los pacientes y sus seres queridos en un acto que organizó el miércoles para elogiar la "extraordinaria labor" de las organizaciones benéficas contra el cáncer.
En un mensaje escrito en un folleto para los invitados a la recepción ofrecida por el Palacio de Buckingham para rendir homenaje a las organizaciones que ayudan a los enfermos, Carlos reflexionó conmovedoramente sobre su experiencia con el cáncer. Como una de las aproximadamente 1.000 personas a las que se diagnostica un cáncer cada día en el Reino Unido, Carlos dijo que "puede dar fe de que también puede ser una experiencia que pone de relieve lo mejor de la humanidad".
El monarca, de 76 años, que sigue en tratamiento más de un año después de que le diagnosticaran un cáncer no revelado, añadió que su experiencia había reforzado cómo "los momentos más oscuros de la enfermedad pueden ser iluminados por la mayor compasión".
Carlos y su esposa, la reina Camilla, invitaron a la residencia real a representantes de las organizaciones benéficas que apoyan, activistas y enfermos de cáncer. Dijo que su experiencia le había dado "una apreciación aún más profunda de la extraordinaria labor" de las organizaciones benéficas.
Retorno a la función pública
También estuvo presente en el acto la exesposa del príncipe Andrés, Sarah, duquesa de York, que ha sido tratada de cáncer de piel y de mama. "Creo que el rey es un ejemplo brillante de revolucionar el mecenazgo", dijo. "Escucha de verdad, quiere arreglarlo, quiere marcar la diferencia".
Aunque el monarca ha estado cada vez más visible en los últimos meses, el mes pasado estuvo brevemente hospitalizado a consecuencia de los efectos secundarios "temporales" de un tratamiento programado contra el cáncer. Aunque no se ha facilitado información actualizada sobre el estado de salud del rey, su vuelta a las funciones públicas se ha considerado una señal de que su tratamiento va por buen camino.
Su nuera, Kate, la princesa de Gales, también fue diagnosticada de cáncer. Kate, esposa del príncipe Guillermo, se tomó más de seis meses de descanso antes de reincorporarse a sus funciones públicas a finales de septiembre.