La fusión de EADS y BAE ha fracasado por razones políticas y no comerciales. Es lo que aseguran hoy los analistas europeos. Angela Merkel, Francois Hollande y David Cameron no han conseguido ponerse de acuerdo para crear el gigante europeo de la aviación que podría haber eclipsado a Boeing en el mercado mundial. Berlín era el gobierno que planteaba mayores reticencias y el que, según fuentes de EADS, habría bloqueado la operación diseñada por Tomas Enders. El presidente alemán de la compañía no se lo esperaba.
Alemania y Francia concentran a los accionistas mayoritarios de EADS, cada país controla el 22.5% de la compañía y el mayor problema entre ambos ha sido el reparto de fuerzas en el nuevo grupo. España es un socio minoritario. BAE Systems, por su parte, está bajo la influencia del gobierno del Reino Unido, que a su vez no quería desairar a sus socios estadounidenses.
El ministro británico de Defensa explica las razones del fracaso.
“Habría sido necesario que pudieran operar como una compañía comercial” dice Philip Hammond, “libre de cualquier control o influencia gubernamental. Y eso es algo que, evidentemente, la compañía no ha conseguido”.
Esta era la segunda vez que Enders intentaba una fusión similar entre la aviación civil y militar europea. La operación estaba valorada en 32.560 millones de euros. La ruptura ha sido bien recibida en los mercados, al menos para EADS, cuyas acciones han subido. Las de BAE, por el contrario, se han depreciado algo menos de punto y medio.
Para hablar de esta operación frustrada, hablamos con Dominique Dequidt, gerente de KBL Richelieu, en París:
Euronews: “El entorno de ambos grupos coincide en señalar a Alemania como la principal responsable de este fracaso. ¿Cuáles son las verdaderas razones que pueden haber empujado a Berlín a bloquear esa operación?”
Dominique Dequidt: “Parece que Alemania se ha sentido un poco al margen, como si no tuviera el mismo peso que Francia, pese a que deberían compartir las responsabilidades. Ese es el primer punto. El segundo está relacionado con la actividad de EADS dedicada al sector de la defensa, que está ubicada precisamente en Alemania, cerca de Múnich. La reestructuración que iba a llevar a cabo British Aerospace iba a repercutir en los puestos de trabajo alemanes. Es decir, que esa operación suponía un riesgo social para el país y por eso el gobierno alemán habría renunciado a la fusión”.
Euronews: “¿Por qué, desde el comienzo de las negociaciones, los mercados han recibido con frialdad este proyecto? ¿Y qué ha empujado a los dos grupos a lanzarse a un desafío tan complicado?
Dominique Dequidt: “Hoy, EADS se concentra sobre todo en la aeronáutica civil, un sector que continúa en plena expansión incluso siendo un sector cíclico. El 80% de su actividad es civil y sólo el 20% es militar. Justo al contrario que BAE. Lo que quería la directiva de EADS era crear un grupo equilibrado, que se ocupara tanto de la aeronáutica civil como de la militar. Pero los mercados, conscientes de las fuertes perspectivas de crecimiento en la aeronáutica civil, temían que BAE fuera a comerse los beneficios de EADS. Porque BAE se encuentra en un momento delicado, ya que está sufriendo directamente los recortes que está llevando a cabo Estados Unidos en materia militar, con la retirada de las tropas de Afganistán y de Irak.
Euronews: “¿Cree usted que con el fin de las negociaciones EADS se ha cerrado la puerta de entrada del mercado estadounidense de Defensa?”
Dominique Dequidt: “En su comunicado, EADS abre la puerta de posibles acuerdos con el grupo BAE, no en el sentido de una estructura capitalizada, sino acuerdos comerciales. Por eso, quizá todavía siga abierta la puerta de Estados Unidos. Pero EADS tendrá muchas dificultades, ya que su filial militar, Cassidian, está en una situación de inferioridad frente a BAE, que es el grupo que domina el sector militar en Europa”.