Amnistía Internacional publica imágenes de la ampliación de los Gulags norcoreanos

Derechos de autor

Por Euronews

Publicado 05/12/2013 - 11:59

Corea del Norte está incrementando el número de reclusos y el trabajo forzado en dos de sus principales campos de prisioneros. Es lo que ha denunciado este jueves la organización no gubernamental AI tras analizar una serie de imágenes tomadas por satélite a lo largo de 2013 de los campos de trabajo, o “kwanliso” en coreano, 15 y 16.

En el Kwanliso 16, situado en la provincia de Hamgyong del Norte, se aprecia un incremento de barracas y de la actividad minera, agrícola y maderera que los prisioneros llevan a cabo forzosamente, sin medidas de seguridad y sin apenas derecho a descanso.

En 2011 se estimaba que en ese campo de cerca de 560 kilómetros cuadrados (lo que equivale a tres veces la superficie de la ciudad de Washington), había unos 20.000 prisioneros políticos.

En el Campo de trabajo 15 se aprecia en cambio un menor número de bloques para alojar prisioneros con respecto a hace dos años, pero la actividad laboral forzosa resulta “significativa”.

En este Kwanliso de 370 kilómetros cuadrados situado a unos 120 kilómetros al noreste de Pyongyang se cree que están encarceladas unas 50.000 personas.

AI recuerda además que en estas colonias viven muchos niños, dado que el régimen practica “limpiezas de sangre” que implican que tres generaciones de una misma familia deben ser encarceladas cuando uno solo de sus miembros comete una falta contra el régimen o habla mal del mismo.

El análisis, que ha sido entregado a una comisión de la ONU que investiga los abusos de derechos humanos por parte del régimen de Kim Jong-un, viene acompañado de dos entrevistas realizadas a una exprisionera de Yodok que presenció ejecuciones públicas y a un excarcelero que trabajó en Hwasong en los ochenta y noventa.

Este último habló de prisioneros que, tras cometer alguna ofensa en el campo, eran forzados a cavar sus propias tumbas antes de ser ejecutados a base de martillazos en el cuello.

También habla de estrangulamientos y palizas propinadas hasta la muerte con varas de madera, además de prisioneras a las que se “hacía desaparecer” después de haber sido violadas por los guardias.