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Cientos de agentes participaron en el desalojo de una de las calles ocupadas por las protestas prodemocracia mientras cientos de manifestantes se resistían a abandonarla.
La policía, provista de escudos y cascos empujaron a los manifestantes e incluso utilizaron gas pimienta para poder dispersar a los concentrados.
También llevaron a cabo detenciones y empujaron a la multitud hacia las intersecciones de la calle, disputando entre unos y otros el espacio metro a metro.
La retirada de hoy obedece a una orden judicial de Tribunal Superior de Hong Kong, una decisión tomada por la justicia después de que dos agrupaciones de taxistas y una empresa de autobuses alegaran que sus negocios estaban sufriendo pérdidas.
Se trata de la segunda intervención judicial llevada a cabo para desalojar a los manifestantes prodemocracia, los cuales llevan manifestándose desde hace dos meses.