La empleada de la ONU secuestrada ayer en la capital centroafricana por milicianos cristianos armados fue liberada anoche. Sin embargo, sigue
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La empleada de la ONU secuestrada ayer en la capital centroafricana por milicianos cristianos armados fue liberada anoche. Sin embargo, sigue retenida la médica francesa que fue capturada el lunes en Bangui junto a un sacerdote centroafricano. La liberación de la cooperante Thérèse Claudia Priest parecía cosa hecha el martes por la noche, pero de momento no se ha producido.
“Responsabilizamos a antiguos Anti-Balaka del secuestro de una ciudadana francesa, acción que condenamos. Optamos por la paz para evitar este tipo de comportamientos. Hemos retomado las negociaciones y convencido a los captores de que la liberen. El diálogo continúa y durante la jornada haremos lo necesario”, ha declarado Beranger Ludovic Igor Larnaka, portavoz Anti-Balaka.
Los supuestos captores de la cooperante francesa, vinculados a grupos que combaten a las facciones Séléka de la comunidad musulmana, exigen la liberación de uno de sus jefes, detenido el pasado sábado por cascos azules de la misión de estabilización de la ONU.
La República Centroafricana vive una espiral de violencia sectaria entre las comunidades cristiana y musulmana desde que el movimiento Séléka, de mayoría musulmana, derrocó al presidente François Bozizé en 2013.