Los combates entre los separatistas prorrusos y las tropas leales a Kiev no cesan en el este de Ucrania. Cada día hay heridos y muertos en las
PUBLICIDADLos combates entre los separatistas prorrusos y las tropas leales a Kiev no cesan en el este de Ucrania. Cada día hay heridos y muertos en las ciudades en conflicto, entre ellos civiles, por lo que muchos han decidido abandonar sus casas en busca de un lugar más seguro.
“De repente ha habido una explosión. Ni siquiera me di cuenta de lo que había pasado. Segundos después otra explosión. Vi cuerpos. Tengo miedo de que mucha gente haya muerto”, dice entre lágrimas una mujer.
El epicentro de los enfrentamientos tiene lugar en la estratégica ciudad de Debáltsevo. Los rebeldes intentan arrebatar el control a las tropas gubernamentales ya que está situada a medio camino de Donetsk y Lugansk.
El viceministro de Defensa ha informado de que unos 3.000 civiles han podido abandonar la ciudad y que ambos bandos han llegado a un acuerdo para evacuar a la población.
Según algunos medios, los separatistas heridos en los combates son trasladados a Rusia, donde son tratados en centros habilitados para la ocasión. Uno de ellos es este en Azov, en la región de Rostov.
“Me trajeron a la ciudad de Rovenky y me operaron. Pero durante la operación no me sacaron la metralla del pecho. A la mañana siguiente, directamente de los cuidados intensivos los cosacos vinieron, me cogieron y me llevaron por la frontera”, cuenta un separatista.
Los ministros de Defensa de la OTAN han acordado reforzar la presencia en la zona y establecer una red de centros de control. Además, doblarán el número de efectivos que pasarán de 13.000 a 30.000 hombres y crearán una fuerza de intervención más activa en los próximos días.