En un discurso televisado desde el bastión de la milicia chií, Abdelmalek al Huti ha dicho que pretende llenar el vacío de poder provocado por su
PUBLICIDADEn un discurso televisado desde el bastión de la milicia chií, Abdelmalek al Huti ha dicho que pretende llenar el vacío de poder provocado por su golpe de fuerza en enero y tender la mano a sus opositores.
Al Huti aseguró que la disolución del Parlamento y la formación de un Consejo Presidencial transitorio son medidas necesarias para un país en estado de semi guerra civil.
“Hoy le he dicho a las fuerzas políticas que no hace falta que se opongan a esta iniciativa. Esta iniciativa inteligente ha corregido el proceso político y ha creado medidas políticas para organizar un periodo de transición basado en la colaboración”, decía Al Huti.
La toma de poder de esta minoría, que representa entre un 30% y un 40% de la población del país árabe más pobre, sigue sin gustar a gran parte de los yemeníes. Miles de ellos han vuelto a salir a las calles para echar a los hutíes del Gobierno.
“Creo que un camino lleno de histeria emprendido por los hutíes. Es una falta de respeto al pueblo yemení, cada uno de ellos está luchando por sus ambiciones personales. Esto va a lleva al grupo hutí, que se autodenomina Ansar Alá, a problemas regionales e internacionales”, apuntaba un manifestante en Saná.
La disolución del Parlamento y la formación de un Consejo Presidencial transitorio ha generado varios episodios de violencia. El viernes estalló una bomba frente al Palacio Republicano de Saná y hubo un enfrentamiento en la provincia de Al Baida contra posiciones del grupo chií.