Un tribunal de Hong Kong ha impuesto una pena de seis años de cárcel y 1.700 euros a Ley Wan-tung, una antigua esteticista de 44 años, tras haberla
Un tribunal de Hong Kong ha impuesto una pena de seis años de cárcel y 1.700 euros a Ley Wan-tung, una antigua esteticista de 44 años, tras haberla encontrado culpable de 18 de los 20 cargos que se le imputaban por abusar de sus empleadas domésticas. La mujer fue detenida después de que se publicaran fotos en la red de una de sus trabajadoras de origen indonesio, Erwiana Sulistyaningsih, con costras, marcas y descamaciones de la piel.
“La conclusión es que los abusos ocurren. Incluso con Erwiana ganando el caso, los abusos continúan porque las políticas siguen siendo las mismas”, explica Vicky Casia, también es trabajadora doméstica.
Erwiana, además, denunció que trabajó durante un mes sin cobrar y que su dieta durante el tiempo que estuvo en la casa de Ley Wan-tung se limitó a pan, arroz y medio litro de agua al día.
El caso ha levantado una ola de indignación en Hong Kong, que cuenta con 300.000 empleados domésticos extranjeros, la mayoría procedentes de Filipinas e Indonesia. Su salario es una pequeña fracción del mínimo legal y son obligados a vivir en casa de sus patronos en muchos casos en habitaciones diminutas.