Familiares de los condenados, nueve de ellos extranjeros, han llegado al puerto de Wijayapura ante la inminencia de las ejecuciones. El gobierno
PUBLICIDADFamiliares de los condenados, nueve de ellos extranjeros, han llegado al puerto de Wijayapura ante la inminencia de las ejecuciones. El gobierno indonesio las ha fijado a partir del martes. La condena establece la muerte por fusilamiento.
Algo ante lo que protesta Edre U. Olia, abogado de una condenada de nacionalidad filipina: “¿Cómo puede alguien quitarle la vida a otra persona sabiendo que hay dudas sobre su cupabilidad. ¿Por que el gobierno indonesio se coloca en una posición así? ¿Por qué no pueden esperar algo más de tiempo.”
El presidente indonesio, Joko Widodo, ha argumentado la firmeza de su Gobierno contra el narcotráfico para no indultar a ninguno de los condenados. Entre ellos están un indonesio, dos australianos, un brasileño, una filipina, tres nigerianos un ghanés y un francés.
Este último, Serge Atlaoui, es el único de los condenados que no ha recibido el aviso de ejecución. Apeló la sentencia como los otros nueve condenados que esperan en el corredor de la muerte de la cárcel de la isla de Nusakambangan, en Java central.