Prueba de fuerza y fervor patriótico en la plaza Roja de Moscú. El Kremlin ha querido celebrar por todo lo alto el 70 aniversario del final de la
Prueba de fuerza y fervor patriótico en la plaza Roja de Moscú.
El Kremlin ha querido celebrar por todo lo alto el 70 aniversario del final de la II Guerra Mundial y lo ha hecho con el desfile militar más importante de su historia.
A pesar del boicot de los líderes occidentales por el conflicto en Ucrania, Vladímir Putin ha querido agradecer el papel del bando aliado en la contienda.
“Esta gran victoria siempre será recordada como el momento más heroico de la historia de nuestro país. Pero recordamos también a nuestros aliados en la coalición antihitleriana. Agradecemos a los pueblos de Reino Unido, Francia y Estados Unidos su contribución a la victoria”, declaraba Putin.
Más de 16.000 soldados han desfilado ante el palco oficial. Una tribuna que ha quedado un poco deslucida con la ausencia de los mandatarios occidentales pero en la que sí han estado sus aliados más cercanos como entre otros, el presidente chino, Xi Jinping y el jefe de Estado indio Pranab Mukherjee.
Los más de 2.300 veteranos presentes en la plaza Roja han podido ver la nueva generación de armamento ruso, como el tanque más moderno del mundo, el T14 Armata, o los cazas del Ejército del Aire.
Tras el desfile militar, Putin y sus invitados han ido a depositar flores en la tumba del soldado desconocido. Un homenaje a los más de 25 millones de soviéticos que murieron en la que los rusos llaman la Gran Guerra Patria.
