La violencia se vuelve a colar en el fútbol argentino. El clásico de la vergüenza resume la prensa argentina después de que el partido de vuelta de
PUBLICIDADLa violencia se vuelve a colar en el fútbol argentino. El clásico de la vergüenza resume la prensa argentina después de que el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate fuera suspendido por el ataque de radicales de Boca a jugadores de River a los que rociaron a la salida del túnel de vestuarios con una sustancia irritante que la prensa local garantiza ser gas pimienta.
Fanáticos que vestían camisetas del cuadro local y que estaban próximos al túnel, fueron captados por las imágenes de televisión, cuando procedían a perforar la bocana que da acceso a los vestuarios.
Cuatro jugadores de River, Leonardo Ponzio, Leonel Vangione, Ramiro Funes Mori y Matías Kranevitter, ingresaron en la cancha con los ojos irritados, copiosas lágrimas y evidentes dificultades para ver y tuvieron que ser trasladados de urgencia al hospital para tratar sus quemaduras. Con ese panorama, y después de más de una hora de espera, el árbitro decidió suspender un partido que a buen seguro provocará el cierre de La Bombonera.
River tenía el partido controladoEn los 45 minutos que se jugaron, el equipo de Gallardo entendió mejor el partido y mantuvo el 0-0 que le daba la clasificación a cuartos de final.