La carrera por la presidencia de Estados Unidos ha comenzado. Lo ha hecho con protagonismo de Donald Trump, el único en asegurar que no respaldará candidato que salga elegido de las primarias republicanas para los comicios de 2016. El magnate, el más polémico de los 17 candidatos que buscan sustituir al presidente Barack Obama en la Casa Blanca, hablaba así sobre Irán:
“Queremos un acuerdo nuclear con Irán y que liberen a nuestros prisioneros. Sin embargo, no hemos logrado nada de eso. Les digo algo, si Irán saliera a bolsa, deberían comprar sus acciones, porque cuadriplicarían su valor. Lo que está ocurriendo en Irán es una desgracia y conllevará destrucción en gran parte del planeta”.
Algunos candidatos republicanos, así como Eliot Engel, el demócrata más importante de la comisión de Relaciones Exteriores de del país, mostraron su rechazo al pacto nuclear con Irán. Mientras tanto, Jeb Bush tildó de “error” la invasión de Irak que llevó a cabo su hermano y expresidente George Bush.
“Sabiendo lo que sabemos ahora, fue un error no establecer como primera prioridad la seguridad cuando invadimos Irak. Yo no habría ido allí. Es algo de lo que deberíamos aprender. Barack Obama se convirtió en presidente y abandonó Irak. Se fue cuando acabó con Al Qaeda, un vacío que fue ocupado por los yihadistas del grupo Estado Islámico”, expresó el exgobernador de Florida.
Trump ocupó un tercio de los comentarios que se realizaron sobre el debate en Twitter. Entre el 18 y 21 de julio de 2016 se nominará al candidato republicano para las elecciones del 8 de noviembre de ese año.
