Todos, incluidos los niños pasan por el trámite del rotulador indeleble cuando llegan a Breclav, en la frontera con Austria. El número que les
Todos, incluidos los niños pasan por el trámite del rotulador indeleble cuando llegan a Breclav, en la frontera con Austria. El número que les escriben identifica el tren y el vagón en que llegaron procedentes de Austria y Hungría.
La práctica, que recuerda inevitablemente a la utilizada por los nazis para identificar a los prisioneros de los campos de concentración, ha desatado las críticas de varias organizaciones defensoras de los derechos humanos.
También han sido condenadas las declaraciones del alcalde de la ciudad, donde han levantado un campamento con capacidad para recibir a unas 300 personas.
Pavek Dominik. Alcalde de Breclav:
“El hecho de que este campamento vaya a albergar a 300 inmigrantes es una noticia desagradable y mala para mí como alcalde. De todos modos, es mejor que darles la posibilidad de pasear libremente por Breclav y perturbar la paz de este lugar”.
Durante varios días, las autoridades locales han batallado para impedir la construcción del campamento de acogida que espera ya, muy a pesar del consistorio, la llegada de los primeros refugiados.