Es la escena que marca la actualidad en Alemania. Cientos de personas se bajan del tren con el rostro cansado y una gran sonrisa en los labios. Son
PUBLICIDADEs la escena que marca la actualidad en Alemania. Cientos de personas se bajan del tren con el rostro cansado y una gran sonrisa en los labios. Son refugiados. La mayoría sirios. Tras semanas de angustioso viaje en el que muchos llegaron a poner en riesgo su vida han llegado al fin al destino deseado. Muchos han sido recibidos entre aplausos de familiares, amigos o simples ciudadanos:
- “Es un sentimiento muy agradable ver a tu familia después de estos años”, decía un refugiado sirio.
- “¿Cuántos?, pregunta el periodista.
- “Un año y medio”, responde.
La imagen se ha repetido en otros andenes y otras estaciones, como esta de Francfort. En total, se estima que entre siete y once mil refugiados han llegado este domingo a Alemania. Muchos tenían planeado visitar a familiares o amigos, pero, logística obliga, se han tenido que plegar a los planes del ejecutivo germano. Nawras Alí, de veintitrés años, viene de Damasco.
- “Nuestro objetivo era quedarnos en Francfort, pero ahora, toda esta gente tan amable no ha recibido y nos ha dicho que cojamos el tren que alguna gente está organizando aquí. Creo que hablan de llevarnos a un lugar cercano”.
La gran mayoría han sido transferidos a campos de acogida. En los próximos días deberán ser repartidos entre los 16 estados federados siguiendo un sistema de cuotas que tiene en cuenta tanto la población del Lander como su recaudación fiscal.