“El Gobierno húngaro tomó una decisión controvertida cuando decidió utilizar sus fuerzas armadas para gestionar la crisis migratoria. Estamos en la
PUBLICIDAD“El Gobierno húngaro tomó una decisión controvertida cuando decidió utilizar sus fuerzas armadas para gestionar la crisis migratoria. Estamos en la base militar de Hódmezővásárhely, dónde han sido desplegados casi 4.000 soldados para ayudar a la policía”, apuntaba el corresponsal de euronews en Hungría Gábor Tanács.
El conservador Viktor Orbán ha hecho oídos sordos a las acusaciones de las organizaciones pro derechos humanos que acusan a su gobierno de tratar como animales a los refugiados que intentan entrar en Hungría y ha desplegado al Ejército a tan solo 40 kilómetros de la frontera con Serbia.
Además del refuerzo militar, Orbán ha anunciado que detendrá a todos los que intenten entrar de forma ilegal y ha calificado a los refugiados de “rebeldes” que ni cooperan con las autoridades, ni respetan las leyes del país.
En las últimas semanas han entrado en Hungría decenas de miles de personas. Budapest pronostica que hasta finales de año el número de refugiados superará los 400.000.