Larga ovación al líder del Partido Laborista británico que ha pedido unidad en sus filas. Jeremy Corbyn ha asegurado que no intentará “imponer” sus
PUBLICIDADLarga ovación al líder del Partido Laborista británico que ha pedido unidad en sus filas. Jeremy Corbyn ha asegurado que no intentará “imponer” sus ideas pero que tampoco renunciará a los principios que ha defendido como diputado de Londres durante 32 años. Ninguno de los líderes laboristas anteriores se dejó ver en las filas de un auditorio que se puso de pie para recibirle.
“Lo que ocurrió este verano con el partido laborista no fue otra cosa que un terremoto político. Según el guión, los socialistas y socialdemócratas estaban de capa caída, la socialdemocracia estaba acabada. Pues bien, algo rebeladoramente popular y auténtico ha explotado”, dijo.
Corbyn quiso acallar las críticas sobre su supuesta falta de patriotismo cuando hace dos semanas decidió no entonar el himno británico durante una ceremonia religiosa en la catedral de San Pablo en honor a las víctimas de la II Guerra Mundial.
“El juego limpio, los valores que compartimos los británicos son las razones fundamentales de porqué amo a este país y a su gente. Por esos valores he sido elegido, para llevar a cabo una política amable, que se ocupe de la sociedad, esos son los valores del laborismo, esos son los valores de nuestra patria y vamos a volver a reactivarlos en el corazón de la política de este país”, aseguró.
El líder laborista abordó dos de los temas que ya han provocado disensiones en su partido: el desmantelamiento del programa nuclear británico, al que se oponen los grandes sindicatos por la pérdida de empleos que ello conllevaría y su rechazo a eventuales ataques en Siria, tema que divide, profundamente, a su grupo parlamentario.