El aeropuerto de Tirana se está convirtiendo en el despertar del sueño de muchos albaneses. El sueño de un futuro mejor en los países más ricos de la
PUBLICIDADEl aeropuerto de Tirana se está convirtiendo en el despertar del sueño de muchos albaneses. El sueño de un futuro mejor en los países más ricos de la Unión Europea y que se acaba con el aterrizaje del avión con el que fueron deportados.
Con la actual crisis de los refugiados, los Gobiernos europeos han decidido endurecer las condiciones para obtener el estatuto de refugiado y a muchos inmigrantes albaneses se les obliga a volver a casa.
“Nos fuimos a Alemania a trabajar y no a mendigar ni a por los beneficios sociales. Fuimos a un campo de refugiados. No estuvo bien, no era la forma de informarnos si tendríamos una respuesta positiva o negativa. Nos sacaron del campo y nos metieron en un avión”, decía uno de los deportados.
Alemania es el principal destino de los inmigrantes albaneses. En los siete primeros meses del año más de 29.000 personas han solicitado el asilo en ese país. Casi 25.000 demandas más que en el mismo periodo de 2014. Albania es uno de los países más pobres del Viejo Continente. Su renta per cápita es de 280 y la tasa de paro alcanza el 18%.
“Por un lado, la crisis griega empujó a muchos albaneses a otros países de la Unión Europea y por el otro creó en ellos la falsa creencia de que se puede salir de aquí y alcanzar una vida mejor, con mejores condiciones económicas en otros lugares”, apuntaba el ministro de Interior albanés, Saimir Tahiri.
Según las últimas cifras, el Gobierno alemán rechaza el 98% de las solicitudes. Para evitar que los inmigrantes albaneses viajen a Alemania y sean deportados sin posibilidad de volver a los países del espacio Shengen durante años, la embajada alemana ha puesto en marcha una campaña de sensibilización en Tirana.
“Ha habido muchos casos de personas que han vuelto aquí de Europa que habían cometido crímenes en Albania”, decía el jefe de la policía migratoria en el aeropuerto de Tirana, Ermal Milori.
En el primer semestre del año el 40% de las demandas de asilo provenían de tres países balcánicos: Kosovo, Montenegro y Albania. Solo el 1% de esas solicitudes fueron aceptadas.