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Un diputado de la oposición, contraria a la normalización con Serbia, ha lanzado por segunda vez en una semana uno de estos artefactos. Y una buena parte de estos legisladores dicen que seguirán boicoteando el trabajo legislativo hasta que se suspenda el acuerdo con Belgrado auspiciado por la Unión Europea. Este garantiza más derecho de autogobierno para las áreas serbias del país y fue el detonante de que Belgrado aceptara sentarse a negociar con Prístina.
La oposición dice que esto puede poner en peligro la independencia, declarada en 2008 y que funciona de facto aunque no ha sido reconocida por multitud de países.
No ha sido el único incidente en estos últimos días.
La policía dispersó a una turba de manifestantes que la emprendieron a pedradas con una comisaría de la capital. En ella el diputado Albin Turbin estaba siendo interrogado en relación al primer incidente con gases lacrimógenos en el Parlamento ocurrido el jueves pasado.