Volkswagen sufre su primera pérdida trimestral en quince años, a causa de las provisiones por el escándalo de sus motores diésel trucados. El grupo
PUBLICIDADVolkswagen sufre su primera pérdida trimestral en quince años, a causa de las provisiones por el escándalo de sus motores diésel trucados. El grupo alemán se dejó en beneficio bruto, entre julio y septiembre, 3.480 millones de euros después de hacer una provisión de 6.700 millones por los efectos derivados del escándalo.
En el mismo periodo del año pasado, la compañía había disfrutado de unas ganancias de 3.230 millones de euros. Pese a ello, Volkswagen registró un aumento de ingresos del cinco por ciento superando los cincuenta mil millones.
“La confianza de nuestros clientes es lo más importante para nosotros y estamos haciendo todo lo posible para recuperarla en nuestros diferentes vehículos y nuestros productos”, declaró desde el salón del automóvil de Tokio el director de la marca Volkswagen, Herbert Diess. “Revelaremos y haremos pública la verdad por completo de lo que ocurrió y estamos seguros de que algo así no se volverá a producir nunca más”.
De hecho y pese a que el grupo ha revisado a la baja su previsión de beneficios para este año, la dirección afirma que venderá el mismo número de vehículos que en 2014. Los analistas, por su parte, consideran demasiado optimistas estas cifras porque calculan que el escándalo de los motores diésel le costará a Volkswagen entre treinta y cuarenta mil millones de euros.