La dimisión del primer ministro Victor Ponta parece ser la primera ficha de un dominó que en estos momentos se tambalea. El presidente Klaus Iohannis
PUBLICIDADLa dimisión del primer ministro Victor Ponta parece ser la primera ficha de un dominó que en estos momentos se tambalea. El presidente Klaus Iohannis se ha erigido en el primer ciudadano dispuesto a acabar con la corrupción política del país.
“El Gobierno ha dimitido”, comunicaba el presidente Klaus Iohannis. “Pero tarde, muy tarde. La gente ha tenido que morir para que tuvieran lugar estas dimisiones. Aún hay mucho que hacer. No podemos creer que un simple cambio en el Ejecutivo vaya a resolver todos los problemas de Rumanía ni tampoco los de la clase política. Necesitamos mucho, mucho más”.
Tras la renuncia de Ponta y su gabinete, se abren un sinfín de posibilidades políticas. El tripartido de centroizquierda, con mayoría en el Parlamento, puede nombrar ahora un nuevo primer ministro. El ministro de Defensa, Mircea Dusa, ha sido el sugerido por el propio Ponta para ocupar ese cargo. La oposición, por su parte, reclama el adelanto de unas elecciones que estaban previstas para diciembre de 2016, mientras que otras voces sugieren un ejecutivo de tecnócratas, Por lo pronto, Iohannis se reune a partir de este jueves con las diferentes formaciones para tratar de crear un nuevo Gobierno.