Así lo asegura, a pocos días del COP21, la Organización Meteorológica Mundial, con una proyección basada en las temperaturas de enero a octubre.
Así lo asegura, a pocos días del COP21, la Organización Meteorológica Mundial, con una proyección basada en las temperaturas de enero a octubre. A finales de año se espera que la temperatura supere el umbral simbólico de un grado por encima de la media del periodo preindustrial.
En lugares como el Tibet advierten de que los efectos ya son visibles y pueden preconizar algo mucho peor, como explica Li Yan, máxima responsable de la campaña sobre clima y energía de Greenpeace en China: El deshielo glacial de la meseta tibetana debería ser como una alarma en cuanto al cambio climático para los líderes de los distintos países, para que lleguen a un acuerdo importante en la Cumbre de París y persigan un cambio global hacia energías más limpias. Estas torres de hielo son las fuentes de muchos de los ríos más importantes de Asia. Si las fuentes de agua potable siguen secándose en las próximas décadas, las vidas de decenas de miles de personas se verán amenazadas”.
La responsabilidad recae principalmente sobre las actividades humanas, como el uso de combustibles fósiles, junto con fenómenos como el del Niño y las olas importantes olas de calor.