Muchos franceses han respondido a la petición de su jefe de Estado y han colgado la bandera tricolor en sus balcones para sumarse así al durante el
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Muchos franceses han respondido a la petición de su jefe de Estado y han colgado la bandera tricolor en sus balcones para sumarse así al durante el homenaje a las víctimas de los atentados que se ha celebrado este viernes en los Inválidos de París.
Desde los ataques, sienten la necesidad de reunirse, y la bandera es el símbolo escogido para hacerlo. Para Thomas, parisino, es una forma de mostrar unidad en momentos más que difíciles:
“Es algo que está muy presente, y creo que todos sentimos algo muy fuerte. Y esta comunión, visible un poco por todas partes, prueba que los franceses están mucho más unidos de lo que se pensaba.”
La venta de enseñas nacionales, tras la masacre del 13 de noviembre se sitúa a niveles similares a los de momentos como la muerte del general Charles de Gaulle o la victoria de Francia en el Mundial de Fútbol. Para los compradores, enarbolar los colores de Francia adquiere ahora un significado especial:
“Lo hacemos por los que desgraciadamente ya no están aquí. Hay que mostrar que somos franceses, y que para nosotros es importante serlo. Muchos han muerto por eso y desgraciadamente, no serán los últimos.”
Más allá de los símbolos, el patriotismo se manifiesta con gestos concretos. Desde el 13-N, el Ejército francés recibe a diario a cerca de 1.500 aspirantes a integrarse en sus filas. El año pasado no llegaban a doscientos.