Francia ha respondido a la llamada a rebato de socialistas y conservadores. A las cinco de la tarde de este domingo, el índice de participación en
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Francia ha respondido a la llamada a rebato de socialistas y conservadores. A las cinco de la tarde de este domingo, el índice de participación en las elecciones regionales superaba el 50%, 7 puntos más que lo registrado en la primera ronda, en la que el ultraderechista Frente Nacional hizo historia al ser el partido más votado.
La formación que lidera Marine Le Pen se impuso en seis regiones, y en dos de ellas superó el 40% de las papeletas. A pesar de las alianzas y de las maniobras del resto de partidos para evitar su ascenso al poder, el Frente Nacional todavía aspira, según los sondeos, a conquistar alguna de estas plazas, algo que nunca ha conseguido.
Los mismos sondeos auguran una victoria de la derecha moderada que lidera Nicolas Sarkozy. El anterior Jefe del Estado se juega mucho en esta contienda electoral, pues aspira a presentarse a las presidenciales de 2017 y su liderazgo interno puede ser puesto en entredicho tras los modestos resultados obtenidos por su Partido y sus socios de centro en la primera ronda.
Si su victoria puede ser clara en varias regiones será gracias a la retirada de las listas socialistas y la petición expresa de que se vote a sus rivales conservadores. Los socialistas del presidente Hollande, los grandes perdedores, aspiran a mantener algunas regiones, entre ellas París, la más rica y poblada del país.