De una posible pena de cárcel de cinco años a una multa en suspenso de 1.000 euros. Es el castigo que ha impuesto el tribunal francés de
PUBLICIDADDe una posible pena de cárcel de cinco años a una multa en suspenso de 1.000 euros. Es el castigo que ha impuesto el tribunal francés de Boulogne-sur-Mer al británico Robert Lawrie por intentar transportar clandestinamente a una niña afgana de un campamento de Calais a Gran Bretaña para llevarla con su padre.
“La suerte ha estado del lado del banquillo de acusados y Francia ha enviado el mensaje de que la compasión ganará. Francia es un país humano. Quiere lo mejor para estos refugiados, que se han visto forzados a colarse en trenes y camiones. La prensa tiene que empezar a contar su verdadera historia y contar al mundo que los niños que están en estos campos de refugiados van a morir este invierno si nosotros, como país europeo, no les ayudamos de inmediato”, ha expresado tras evitar la cárcel..
Lawrie se llevó a Bahar Ahmadi, de cuatro años, tras efectuar una entrega de suministros en el campo de refugiados, pero fue detenido por la policía francesa en octubre al intentar cruzar la frontera.
Además de la pequeña, que está con su padre, los agentes encontraron escondidos en su camioneta a dos eritreos, aunque estos subieron al vehículo sin que él se diera cuenta.